La líder del PP de Balears, Marga Prohens, cargó ayer contra el conseller de Educación, Martí March, y la presidenta del Govern, Francina Armengol, por «ceder» ante sus socios «más radicales» en referencia a Més per Mallorca porque no quiso consensuar la nueva ley educativa con los populares.

En este sentido, afirmó estar «decepcionada» porque pese a los esfuerzos, el trabajo y la oposición constructiva, la norma nace sin consenso: «Tenía que triunfar el diálogo, pero lo ha hecho el sectarismo y la traición. Hace muchos meses que trabajamos de forma discreta, en algunos puntos hemos sido más leales que los propios socios que han hecho filtraciones, no ha salido ni una información interesada del PP».

La popular fue contundente y criticó el «sectarismo» del Govern porque ha «fracasado» ya que los ciudadanos pedían soluciones a los problemas de la educación en Balears: «March se las daba de conseller dialogante y ha preferido emular a Negueruela, el conseller más sectario de este Govern».

Recordó que el PP había estado trabajando durante meses con más de 170 enmiendas presentadas, pero «Armengol nos ha vuelto a dejar a las puertas y ha demostrado que no le interesaba una ley estable».

Asimismo, confirmó que solo iban a votar en contra de un apartado del artículo 133, referente a la vehicularidad de la lengua, porque era el compromiso que habían adquirido: «Queríamos el equilibrio de las dos lenguas y el cumplimiento de las sentencias judiciales».

Prohens reprobó a los partidos del Pacto por querer una «ley de lenguas, ideológica»: «No me encontrarán en hacer de la lengua un arma ideológica, esto lo hacen los que no tienen otros argumentos ni otras batallas».

Así, justificó su voto en contra después de que se rompiera el acuerdo: «Ya está bien porque no todo vale con el PP».

UGT, en contra de la LEIB: «Mucho debate y poco consenso»

El sindicato mostró su desacuerdo con la Ley de Educación de las Illes Balears porque se trata de una «oportunidad perdida» y critican que ha habido «mucho debate y poco consenso». Asimismo, valoran positivamente la existencia de una norma propia en materia educativa, pero la consideran insuficiente y poco ambiciosa. Desde su punto de vista, presenta una serie de carencias y aspectos que se tendrán que desarrollar más pronto que tarde en la Mesa Sectorial de Educación y con la implicación de los profesionales de la enseñanza: «Algunos de estos aspectos no necesitaban de toda una ley para llevarse a cabo». Además, piden que se dignifique la profesión docente y haga «justicia» a la tarea llevada a cabo por los docentes, especialmente en estos últimos años: «No rehuimos responsabilidades ni nos ponemos de perfil».