La comunidad de residentes ucranianos en Mallorca ha despertado con las angustiosas imágenes de la invasión militar de Rusia en su país. Vivieron las primeras horas de guerra con sorpresa —casi nadie esperaba que el presidente ruso, Vladimir Putin, se atreviera a dar ese paso— y con miedo por los familiares y amigos que de la noche a la mañana se han visto atrapados en una zona de conflicto. 

Uno de ellos es Oleg Zaginey, compositor musical que expresó su preocupación por su familia. «Esta mañana he hablado con mi madre y con mi mujer, que están en Kiev. Me cuentan que no hay pan, la gente hace cola para comprar lo que puede, los aeropuertos están cerrados y los trenes no funcionan. A una amiga de mi hija le ha despertado una bomba en Odesa, no sé cómo están allí las cosas. Al final han conseguido sembrar el pánico», señaló.

Zaginey, uno de los más de dos mil ucranianos residentes censados en Mallorca, recordó que «la guerra empezó hace ocho años», en referencia a un conflicto larvado en el este del país desde 2014. «Era muy difícil de creer que en pleno siglo XXI un avión pudiera lanzar bombas cerca de Kiev. Todos sabíamos de las tendencias suicidas de Putin, pero de golpe han empezado a bombardear todo el país. Es increíble que esté pasando», expresó Zaginey desconcertado.

Olga Zaginey es hija de Oleg y licenciada en Relaciones Internacionales, por lo que lleva años estudiando los antecedentes del actual choque. «Parecía que el conflicto estaba aislado en los focos de Donetsk y Lugansk. Pero de repente, de madrugada, han empezado a bombardear bases militares y puntos estratégicos, nos ha pilado por sorpresa. Nadie pensaba que con las presiones del bloque occidental que estaba recibiendo Putin iba a dar este paso. Hace dos semanas me preguntaban y decía que algo así era imposible, no me queda más remedio que retractarme», destacó.

«Mi abuela dice que no se mueve»

Ucrania es un país «multiétnico» en el que una parte de la población se siente cercana a Rusia por razones históricas. «Pero ellos también están indignados, no entienden cómo está sucediendo esto», señaló esta joven. 

Expresó su preocupación por la situación de su familia y amigos en Ucrania. «Algunas personas están dispuestas a coger las armas, otras están asustadas y quieren huir. Mi abuela no, ella dice que de allí no se mueve», afirmó esta experta en Relaciones Internacionales. «Estamos asustados, esperando a ver cómo evoluciona todo. Pero pensar en que mi familia pueda venir a Mallorca ahora está descartado porque han cerrado los aeropuertos y las carreteras están colapsadas», lamentó.

Parte de los residentes ucranianos en la isla apagaron a las siete de la tarde los televisores en los que se sucedían imágenes de sus compatriotas abandonando el país y edificios destruidos por las bombas para acudir a una misa en la iglesia que esta comunidad tiene en s’Arenal. «Muchos de nuestros fieles me han llamado esta mañana [por ayer] porque querían celebrar una misa por la paz en Ucrania. El pueblo ucraniano es un pueblo muy creyente y confía en el Señor», indicó Ivan Milian, sacerdote greco-católico de la comunidad. 

«La gente tiene miedo sobre todo. Yo también, tengo familia allí y desde que me he despertado no he dejado de recibir mensajes con videos de bombardeos. Pero también tengo esperanza. Queremos organizarnos para ayudar y ser útiles para Ucrania», indicó el sacerdote, acompañado por su mujer Alina Milian y su hija Yustina. 

Misa conjunta en la Seu

El Obispo de Mallorca, Sebastià Taltavull, estuvo presente antes del oficio para expresar su solidaridad a los fieles ucranianos. Asimismo, anunció que el domingo celebrará una misa conjunta por la paz en Ucrania en la Seu. «He pensado venir a arroparles en un momento tan angustioso para ellos. Les he propuesto que vengan a las misa del domingo a las diez y media para rezar por la paz. Todo el que quiera venir está invitado», señaló Taltavull, quien expresó su enfado por el ataque ruso. «Son acciones irracionales de una persona que solo piensa en él. Me ha impresionado ver imágenes de gente inocente, heridos y muertos. Y los más afectados son siempre los más pobres», lamentó el obispo de Mallorca. 

El templo se quedó pequeño para acoger al centenar largo de ucranianos que asistieron al oficio. «Estamos tristes y preocupados, y sobre todo indignados. No pensábamos que Putin se atrevería a invadir el país», denunció Gala Kurnat en la entrada de la iglesia sin poder contener la emoción. «Nos gustaría que un ejército europeo entrara en Ucrania y nos liberaran, aunque sabemos que eso no pasará. Al menos esperamos sanciones muy duras, no como las de 2014, que no le afectaron a Putin. Porque a él no le importa su pueblo como hemos visto», señaló esta residente desde hace once años en Mallorca.

«Allí tengo a mi madre, a mis hermanos y a mi hijo. Le propuse que viniera aquí, pero no quiere. Y no solo él. Hay muchos jóvenes que están dispuestos a defender a su país, no nos vamos a rendir tan fácilmente. El objetivo de Putin es cambiar al Gobierno, pero se va a encontrar con mucha resistencia», advirtió Kurnat.

También se acercó a la iglesia Olena Semystrok, con el miedo y la indignación dibujadas en el rostro. «Estoy aterrorizada. Tengo allí a mi familia y mis padres viven en el norte. Escuchan bombardeos y ya están preparando un lugar para esconderse. Mi hermano está cerca de Kiev y por lo que sabemos la situación es muy grave. Ahora están ocupando Chernóbil. Pero el país está muy fuerte, estamos preparados para la guerra», destacó. 

«Nuestros ministros ya han dicho que no necesitamos palabras, sino acciones. La meta de Putin es llegar a Kiev y anunciar que la ha conquistado para poner allí a un presidente prorruso», pero habrá resistencia», indicó.

Concentración de protesta el viernes por la tarde en plaza España

La comunidad está convocada el viernes a las 18:00 horas en la plaza de España para exigir el fin de la invasión. «Estamos muy preocupados por nuestras familias. Mi madre está allí y no sabemos cómo defenderlos. Hacemos lo que podemos, explicamos la verdad que pasa allí», indicó Yuriy Zubko, de la asociación Familia Ucraniana en Mallorca.