Mallorca no es Madrid. Pinchazo total de la manifestación en apoyo a Ayuso en Palma que se había organizado ayer al mediodía frente a la sede del PP de Baleares. Una decena de personas acudieron hasta el lugar para «defender» a la presidenta madrileña.

Una de las manifestantes comentó que «los mallorquines somos así, nos cuesta mucho movernos», en relación a la casi nula movilización de ciudadanos. La concentración se disolvió a los pocos minutos. El portavoz de esta reunión, Jesús Revuelta, declaró que no es militante del PP.

El pinchazo en Palma tuvo su contraposición en Madrid, donde más de 3.000 personas se reunieron frente a la sede de Génova para apoyar a la presidenta de la Comunidad de Madrid. En una concentración sin tribuna de oradores, ni cabecera ni otro convocante conocido que las cadenas de WhatsApp, cerca de 3.000 personas cortaron ayer domingo la calle ante la puerta de la sede nacional.

El principal temor que tenían en la dirección nacional del PP, que la concentración de ayusistas fuese multitudinaria, se ha cumplido. El gentío proliferó gritos contra el presidente y el secretario general del partido durante más de dos horas ante un fuerte dispositivo policial que custodiaba la sede del PP, cerrada a cal y canto.

Casado convocó ayer por la mañana al comité de dirección del partido para analizar la situación tras los acontecimientos de la pasada semana, cuando el presidente del PP y la presidenta de la Comunidad de Madrid, Isabel Díaz Ayuso, hicieron público su enfrentamiento.

Este sábado Pablo Casado reculó después de haber dejado a la dirigente madrileña al borde del tráfico de influencias, y le aseguró que tras conocer la nueva documentación sobre la actividad comercial de su hermano (la presidenta rebajó a 55.000 euros lo cobrado), «incorporaría al expediente abierto la nueva información para concluirlo satisfactoriamente». Dicho de otra manera: a Génova ahora le valen las explicaciones de Ayuso y están dispuestos a revertir su situación disciplinaria.