La nueva ley de Educación de Balears se aprobará este martes si ningún movimiento de última hora lo impide. El conseller Martí March ya ha asegurado los votos de PSIB y Podemos, pero ahora mismo todas las miradas están puestas en Més per Mallorca. El grupo parlamentario está en el ‘sí’ a esta nueva norma, pero el lunes tienen ejecutiva y se deberá decidir el sentido final del voto. En esta reunión de la cúpula se escenificarán las dos posturas: los que defienden el voto a favor y los que se posicionan en contra. Entre estos últimos se encuentran algunos integrantes de Mallorca Nova, la asociación juvenil de Més que aupó al actual coordinador, Lluís Apesteguia, al liderazgo del partido.
En el día de ayer saltó una noticia en la que se apuntaba que estaban barajando vota en contra, aunque desde el partido desmienten esta información. Las llamadas y reuniones se han intensificado en las últimas semanas para tratar de cerrar algunos puntos concretos, sobre todo entre Apesteguia y el conseller de Educación.
Sin embargo, en las últimas horas se han producido movimientos de una magnitud considerable en los satélites de Més per Mallorca que podrían suponer consecuencias de calado. Entidades de gran influencia en la formación ecosoberanista como Mallorca Nova -copada de afines a Apesteguia-, el sindicato mayoritario entre los docentes STEI o la Obra Cultural Balear han emitido comunicados con el fin de influir en la decisión última del partido. El coordinador de Més per Mallorca ha estado trabajando para que esta ley salga adelante y, sobre todo, para que incluyera reivindicaciones históricas de su formación relacionadas con la defensa y protección del catalán.
Las exigencias de Mallorca Nova se hicieron patentes ayer a través de las redes sociales, donde publicaron varios mensajes con un titular directo y concreto: «Mallorca Nova se posiciona en contra del proyecto de Ley de educación del conseller March #Superamoslosmínimos». Su oposición es, por tanto, contundente ante la inminente aprobación. Con este gesto, los jóvenes de Més hacen un posicionamiento claro frente a la futura ley de Balears y ponen a Apesteguia en una encrucijada: «No se puede aceptar que una ley fruto de un gobierno progresista mantenga la formación religiosa dentro de sus principios generales». Y añaden: «Solo mantiene el Decreto de mínimos que no resuelve los problemas que padece la lengua catalana. Es innecesario incluir el castellano como lengua vehicular».
Desde el STEI son muy reticentes con la forma en que se ha abordado la inmersión lingüística y la defensa del catalán en la enseñanza. El secretario general, Miquel Gelabert, apunta que la redacción actual comporta el riesgo de que se puedan poner más trabas al catalán y a la autonomía pedagógica de los centros.
Por último, la Obra Cultural Balear afirma que los avances de esta ley «no bastan» vista la fragilidad de la situación del catalán y que deben ser las instituciones propias las que tienen que «liderar» la defensa de la lengua.
Las negociaciones entre los partidos del Pacto y March seguirán este fin de semana y se alargarán hasta el último momento, sabedores todos los implicados de la trascendencia de esta ley para el Govern y la comunidad educativa. Las presiones y movimientos de influencia seguirán hasta el final, y probablemente se alargarán tras la aprobación. Esta ley es una de las exigencias de los Pactos de Bellver, por lo que la continuidad y la fortaleza del Pacto puede verse muy resentida si no sale adelante.
