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Solo dos de cada diez personas sin hogar que piden ayuda son mujeres

Desde el IMAS achacan estas cifras a que los servicios están "muy masculinizados"

Dos personas duermen en la calle, en una imagen de archivo. Guillem Bosch

Solo dos de cada diez personas sin hogar que piden ayuda al Institut Mallorquí d'Afers Socials (IMAS) son mujeres. Es una de las conclusiones más llamativas que ha arrojado el 'Estudio sobre el estado de las personas en situación de exclusión residencial grave' llevado a cabo por esta institución, y que pone de manifiesto el desequilibrio de género.

Según la vicepresidenta del IMAS, Magdalena Gelabert, la razón por la que las mujeres acuden menos a los centros residenciales de la isla es porque "tenemos servicios muy masculinizados, itinerarios mayoritariamente masculinos y dirigidos a hombres". Y para poner freno a este desequilibrio de género, desde el Institut Mallorquí d’Afers Socials proponen la creación de un centro de primera acogida solo para mujeres, con personal especializado, así como la adecuación de los espacios para las mujeres en los recursos que ya están disponibles y la formación de los trabajadores en perspectiva de género.

"Hay que evitar el sinhogarismo invisible que sufren principalmente las mujeres, que se escapan de nuestra intervención y que no podemos contabilizar", ha reconocido Gelabert, al tiempo que ha subrayado que ahondarán más en cuestiones como la perspectiva de género y la prevención de la exclusión severa, sin descuidar los tres ejes fundamentales: los desequilibrios de género, la salud mental y la edad.

Radiografía de la situación

El estudio revela la dramática situación que sufren decenas de personas en Mallorca. Una situación que se ha agravado con la pandemia de la covid, aumentando hasta un 20% el número de afectados con perfiles dispares. Así, además de advertir del desequilibrio de género, el informe evidencia que hay dos grupos diferenciados en riesgo: «uno muy joven y otro mucho más envejecido».

En este sentido, el director insular, Guillermo Montero, ha explicado que ya se han puesto en marcha los trámites para impulsar un centro especializado en la atención a personas jóvenes con programas específicos de inserción laboral para «evitar que vivan en el ambiente de cronificación de las personas que llevan muchos años en la red y no tienen edad para acceder al mundo laboral».

Asimismo, el informe ofrece un sinfín de datos: un 34,6% de los encuestados alega tener problemas de salud mental; mientras que el principal motivo para no disponer de un hogar son los problemas económicos (46%), seguido de los laborales (31,4%) y familiares (30,9%). Sobre este punto, Montero ha matizado que el consumo de alcohol y drogas ocupa el cuarto lugar, con el 27,7%, rompiendo así con «la idea de muchos de que es la primera razón».

Un voluntario de Cruz Roja habla con un hombre que vive en la calle.

El director insular también ha puesto de relieve que antes de llegar al sinhogarismo, la mayoría de las personas tenía casa propia (40,3%) o piso compartido (17,8%), y el 15,2% vivía en viviendas de amigos o familiares. «La mayoría procede de una situación normalizada; es una situación que puede afectar a cualquiera», ha añadido.

Y una última cifra a destacar: la mitad de las mujeres sin hogar vivía en casa propia (46,9%), frente al 39,5% de los hombres. También varía levemente la media de edad: mientras que en hombres se sitúa en 52 años en mujeres lo hace en 49 años. Unos datos que solo arrojan un poco más de luz a una situación dramática.

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