El veterano supervisor de la estación de la ITV de Can Pastilla despedido por ayudar a sus amigos a pasar las inspecciones, tenía costumbre de hacer «la vista gorda» ante algunas deficiencias graves que descubría en los vehículos que acudían a la revisión técnica. Así se recoge en la sentencia de un juez de Palma, en la que se confirma su despido debido a la gravedad del comportamiento de este trabajador.
El supervisor trabajaba en la estación de Can Pastilla y tenía a varios empleados a su cargo. Uno de ellos, amigo personal de despedido, llegó a confesar que a veces le decía que «mira este coche, cuídalo un poco», deduciendo que era propiedad de algún amigo suyo.
El juez recuerda que la inspección de vehículo es una actividad relevante y de interés público, de allí que no se puede restar trascendencia a las irregularidades que se detectan al comprobar el estado de un vehículo. Por ello, justifica el despido de este trabajador.