Lejos de oponerse a la participación de las farmacias en la realización de autotest de antígenos en sus establecimientos, el Colegio de Enfermería de las islas apoya la iniciativa que podrá descongestionar los saturados centros de salud a la hora de tramitar las innumerables bajas médicas que está originando la contagiosa ómicron.

La presidenta del Colegio Oficial de Enfermería de Balears (COIBA), María José Sastre, interpretó que el hecho de que los farmacéuticos participen en la gestión de una baja laboral transitoria ante inspección médica es una suerte de «privatización» de una actividad realizada hasta el momento en la esfera exclusiva de lo público.

«Que después de más de dos años de pandemia tengamos que recurrir ahora a los farmacéuticos para tramitar las incapacidades laborales transitorias solo puede calificarse de improvisación. Está claro que ha faltado planificación», criticó Sastre recordando que nos encontramos en la sexta ola pandémica y que el principal problema sigue siendo la falta de recursos humanos tanto en Atención Primaria como en la especializada. Y no se refería a la «crónica falta de enfermeras» que padece esta comunidad y que se ha visto agravada por la pandemia. Salud informó ayer de que tenía a 800 profesionales afectados por la covid-19.