El Consell de Mallorca aprobó ayer la modificación del Plan Territorial Insular (PTI) de Mallorca donde, además de reducir el crecimiento en toda la isla en 450 hectáreas, también impone importantes medidas paisajísticas. Una de ellas es que se fija una densidad mínima de 40 habitantes por hectárea, lo que significa que limita las posibilidad de construir grandes chalets aislados en las nuevas zonas urbanas de crecimiento. Esta densidad mínima obligará a edificar otro tipo de viviendas, como es el caso de adosados, y descarta los unifamiliares aislados. Ello solo será en los nuevos crecimientos que se proyecten a partir de ahora. En las zonas que los planeamientos urbanísticos municipales lo contemplen se podrán seguir edificando.

El PTI se aprobó de forma inicial con los votos a favor de toda la izquierda, la abstención de El PI y el voto en contra de PP, Ciudadanos y Vox. La consellera de Territorio, Maria Antònia Garcías, explicó que "en cualquier nuevo desarrollo urbanístico será necesario incorporar medidas en favor de paisaje, como es el caso de vegetación autóctona, menos asfalto, más arbolado. En definitiva, ciudades más sostenibles con suelos permeables y viviendas aisladas del frío y el calor que combatan el cambio climático". Garcías recordó que "se introduce un nuevo concepto de urbanismo en Mallorca para decidir cómo crecemos y no donde crecemos como hasta ahora".

Hay que recordar que esta modificación del PTI también contempla la reducción del crecimiento urbanístico en toda la isla en 450 hectáreas, por lo que solo quedarán unas 600 para incrementar el suelo urbano. Este descenso del crecimiento se recortará un 30% en todos los municipios de Mallorca, excepto en Palma, Inca y Manacor que solo será de un 20%. Este nuevo concepto urbanístico introducido se llevará a cabo eliminando las áreas de transición que indicaban las zonas donde se podía crecer. A partir de ahora serán los ayuntamientos y el Consell los que decidirán dónde conviene incrementar las tramas urbanas en Mallorca. De igual modo, tal y como ya se avanzó la pasada semana, también se desclasifican 700 hectáreas de suelo urbanizable, terrenos sin servicios que no están desarrollados, en base al mandato de diferentes normas urbanísticas dictaminadas por el Govern.

El nuevo PTI estará 45 días en exposición pública para que se puedan presentar alegaciones y después deberá pasar el examen ambiental en la Comisión Balear de Medio Ambiente. En cualquier caso, el Consell también ha acordado suspender licencias de construcción de cualquier obra que no se ajuste a la nueva norma aprobada ayer y hasta que el PTI sea aprobado de forma definitiva.

Desde el PP, el portavoz Llorenç Galmés criticó que "se ha engañado a la gente con la desclasificación de las 700 hectáreas, ya que estaban desclasificadas y solo se ha cartografiado". Según Galmés, esta modificación "provocará un incremento de trabajo y trabas burocráticas para los ayuntamientos" y anunciado que si en 2023 el PP gobierna lo paralizará. Antoni Gili de Vox recriminó la "inseguridad jurídica y el incremento del precio de la vivienda que provocará" la nueva norma del Consell. Pere Soler (EL PI) considero que "hay aspectos positivos, pero otros de negativos y, por ello, nos abstenemos hasta la aprobación definitiva". La presidenta del Consell, Catalina Cladera, criticó que "la oposición no ha vuelto a estar a la altura de las circunstancias, tirando de argumentario y no dejando hablar a quien verdaderamente conoce los temas urbanísticos". Cladera, sin nombrarlo, lanzó una puya al PP. La intervención de los populares la realizó el portavoz, Llorenç Galmés, en vez de Mauricio Rovira que habitualmente lleva los temas de territorio al haber sido conseller insular del área entre 2011 y 2015.