El transporte discrecional (turístico) de Baleares se va a ver obligado a elevar sus precios para 2022 si no recibe ayudas públicas para compensar la subida de costes que está sufriendo, y que tiene al encarecimiento de los carburantes como principal ejemplo, según ha advertido hoy el presidente de la asociación empresarial de este sector, Rafael Roig, que ha estado acompañado de su homólogo en la patronal estatal Confebus, Rafael Barbadillo. Estos problemas han sido expuestos a la presidenta del Govern, Francina Armengol, durante la comida posterior a la asamblea general que esta organización ha celebrado.
Roig y Barbadillo han coincidido en que el sector está afrontando esta subida de los costes tras un verano en el que su facturación ha sido inferior a la normal, con un problema especialmente acentuado de baja ocupación en los autocares de 55 plazas. Pese a ello, el primero no ha ocultado que el balance del verano ha sido mejor de lo previsto.
En este sentido, el presidente de la asociación estatal ha señalado que está en riesgo la viabilidad de aproximadamente un tercio de este sector en España.
Por ello, ambos han reivindicado, además de la citada ayuda, una prórroga en el plazo para empezar a abonar los créditos ICO que se han concedido, y en la vigencia de los expedientes de regulación temporal de empleo (ERTE) hasta finales del próximo año.
Rafael Roig ha indicado que las previsiones que maneja este sector es que la temporada turística balear de 2022 será muy similar a la de este año.
Durante la comida posterior a la asamblea general, la presidenta Armengol ha lanzado un mensaje de apoyo a los empresarios asistentes, y ha recordado que el año se cerrará mejor de lo previsto, además de poner en valor el alcance de las ayudas públicas que se han repartido.
Sobre este último punto, ha puesto de relieve que en breve se podrá acceder a las subvenciones que se han aprobado para modernizar la flota del transporte, mejorando su competitividad.
