La agonía del acuerdo de compra de Air Europa por parte de IAG, la matriz de Iberia, que ha ido in crescendo desde que la crisis impactó en el sector aéreo, cerró este miércoles otro capítulo al transmitir el conglomerado de compañías a la CNMV, el supervisor bursátil, que están cerrando la rescisión de aquel.
Para el Govern lo más relevante ahora mismo es que se mantengan los puestos de trabajo en Llucmajor, donde tiene su base de la aerolínea en la isla, así como los empleos indirectos que genera en el sector del mantenimiento de aviones. Desde el Govern el director general de Transporte Marítimo y Aéreo, Xavier Ramis, señala los contactos mantenidos con Air Europa y la Dirección General de Aviación Civil y subraya que hay «unanimidad» de todas las administraciones para ayudarla a seguir. También manifiesta que la compañía tiene un plan para potenciar a la empresa que «tranquiliza», con alternativas que durante el proceso del acuerdo con Iberia no podían poner en marcha, con nuevas rutas y campañas, además de que ahora registra altas ocupaciones.
Además, continúa Ramis, preocupa la conectividad, si bien ha cambiado el escenario, pues aunque Air Europa tiene una cuota del 35 % en las rutas interislas, ahora hay otro competidor, Uep! Fly.
«Veremos cómo acaba», reflexiona por su parte la presidenta de la federación hotelera, María Frontera. Si Air Europa no logra sobrevivir, por su deuda y sin Iberia a su lado, «la afectación sería muy grande» para Balears, señala, por su peso en la conectividad. El líder de los hoteleros a nivel nacional, Jorge Marichal, opina que se debe «garantizar la viabilidad de las plazas aéreas» de la aerolínea de la familia Hidalgo. «La mejor opción es que continúen las dos empresas», agrega el presidente de Cehat, ante la difícil coyuntura del sector aéreo.
