La organización Amnistía Internacional conmemoró ayer el Día Internacional de los Derechos Humanos con una protesta en Palma que concentró a decenas de personas en la plaza de España y que se amenizó al ritmo de la batucada, a cargo de ‘Tambors per la Pau’.

«Los gobiernos de todo el mundo están reprimiendo las protestas surgidas, en un año especialmente difícil para la población, sin superar todavía la crisis de la acovid-19», criticaron desde la entidad, que señalaron que «el derecho a protestar nunca ha estado tan amenazado como hoy», especialmente en países como China, México, Israel, Estados Unidos o Afganistán, ejemplificaron

«En muchas partes del mundo, las personas que ejercen su derecho a protestar pacíficamente son asediadas, golpeadas, encarceladas y asesinadas. Además, las mujeres que se manifiestan están expuestas a diferentes formas de violencia de género, como por ejemplo la violencia sexual», aseguraron durante la lectura del manifiesto.

La celebración también se trasladó ayer al Parlament. La Cámara acogió un acto que contó con la presencia de la representante de Amnistía Internacional, Alba María Martínez. Durante su discurso, Vicenç Thomas se refirió a la crisis humanitaria de Afganistán y a las consecuencia de la pandemia, que están generando «algunas líneas de pensamiento y reacciones alejadas de los fundamentos solidarios y de convivencia, que son irrenunciables».