El pasaporte covid ha empezado a solicitarse hoy en los restaurantes y bares de Mallorca que cuentan con más de 50 plazas en el interior. La puesta en práctica de esta norma sanitaria no ha provocado mayores problemas, salvo algún que otro cliente que se ha mostrado sorprendido que esta medida empezara a aplicarse desde esta mañana. La mayoría de clientes ya conocían la norma que esta semana ha sido ratificada por los tribunales, que impide permanecer en el interior de los locales a aquellas personas que no se han sometido a la doble vacunación, o que no llevaban encima el resultado de una prueba PCR que demostrara que no están contagiados con coronavirus.

Aunque esta medida adoptada para controlar los contagios venía respaldada por la patronal de restauración, no todos los dueños de los restaurantes la apoyan. No tanto porque no consideren necesarios tomar decisiones para evitar que los contagios se disparen, sino porque se sienten discriminados frente a los locales más pequeños, que no alcanzan la capacidad de 50 personas en el interior, que no les obligan a solicitar este pasaporte covid a los clientes que quieren entrar para consumir.

Los clientes, en general, aceptaron esta norma sanitaria y la mayoría de ellos ya iba preparado para mostrar el certificado de vacunación antes de entrar en la puerta. Algunos de ellos desconocían esta nueva norma para entrar y muchos que intentaron consumir dentro de los locales y que no llevaban el documento que se exige, se mostraron contrariados al prohibirles la entrada.

Todos los bares y restaurantes que tienen que pedir a los clientes esta certificación disponen de un programa informático, facilitado por el Govern, y a través de un dispositivo se escanea el documento que facilita el cliente y aparece reflejado un nombre. Sin embargo, en ningún negocio de la isla se comprobaba después si la identidad que aparecía en la pantalla informática coincidía con el nombre real de la persona que había mostrado este documento.

Algunos clientes que habían decidido sentarse en las terrazas para consumir también se mostraron enfadados de que, al no disponer de este certificado de doble vacunación, no les permitieran la entrada al bar o restaurante, para hacer uso de los servicios.

En general la puesta en práctica de este control sanitario está molestando más a los empresarios que se ven obligados a realizar esta comprobación en la puerta, que a los clientes, ya que la mayoría de ellos, salvo contadas excepciones, ya conocían que a partir de hoy si quieren consumir en el interior de los negocios de más capacidad tendrán que presentar este documento sanitario a la entrada, ya que de lo contrario solo podrán consumir en locales más pequeños, o en las terrazas.