Impulsa Balears, cuyo patronato celebró ayer la última sesión ordinaria del año, lanzó su apuesta por orientar sus esfuerzos en 2022 al desarrollo de una visión que aboga por el tránsito hacia un sistema circular. Además presentó reN, un movimiento regenerativo para el futuro del archipiélago abierto a empresas, administración, centros tecnológicos y de investigación y agentes intermedios, que persigue dar lugar en las islas a una reformulación estratégica para garantizar un nuevo patrón de desarrollo sostenible.

La fundación balear, que cuenta con 52 patronos y una decena de colaboradores que la apoyan, aprobó la memoria de 2021 y el nuevo plan para el próximo año. Su presidenta, Carmen Planas, destacó su convencimiento de que el sistema turístico— «no el sector y todavía menos el mercado turístico»— es «la gran baza» para la reformulación competitiva del archipiélago. Planas subraya su «rol clave» en el impulso de la competitividad.

En la nueva propuesta reN, se invita a trazar iniciativas que rompan con los límites sectoriales con tres ejes estratégicos, compra circular, negocio circular y ciudad circular, en seis ámbitos prioritarios: agua, energía, alimentos, materiales, transportes y territorio-mar.

De esta manera se espera contribuir a guiar a la inversión pública y privada en la implementación de soluciones sistémicas con un uso eficiente de recursos y materiales que desemboquen en nuevos modelos de negocio.

Por su parte, Antoni Riera, director técnico de la fundación, dilucidó el siguiente paso a seguir en Impulsa. «Nuestras próximas actuaciones se orientarán, por una parte, a construir y desplegar marcos técnicos y de gobernanza capaces de facilitar el descubrimiento e implementación de proyectos y soluciones circulares y, por otra, a articular sistemas de monitorización y seguimiento de factores críticos, que permitan evaluar el progreso del tránsito».

Balance satisfactorio

La fundación balear hace un balance satisfactorio de los proyectos emprendidos en 2021 y sus diversas reuniones. Por un lado puso en marcha una nueva medición del índice de competitividad global de las islas en el entramado regional europeo y, por otro, se lanzó la aplicación de autodiagnóstico sobre el progreso circular de las compañías hoteleras, medida muy aplaudida desde el sector.