Los sanitarios del equipo de cardiología estrenaron el pasado viernes, 5 de noviembre, la nueva sala de hemodinámica de Son Llàtzer compartida entre los profesionales de radiología intervencionista y los de hemodinámica cardíaca que se inauguró en julio.

El primer procedimiento cardiológico se realizó en una paciente con un infarto. Los sanitarios le desobstruyeron una arteria coronaria y le colocaron un stent para mantener la vía abierta. La angioplastia estrenó la sala con la primera patología cardíaca, pese a que los profesionales de radiología intervencionista la llevaban utilizando desde verano.

Hasta ahora, los usuarios del sector de Migjorn tenían que ser trasladados a Son Espases cuando precisaban cateterismos cardíacos e implantes de stents coronarios, un tratamiento muy habitual en los pacientes con enfermedades coronarias (anginas de pecho e infartos).

El jefe de Servicio de Cardiología de Son Llàtzer, el doctor Tomás Ripoll Vera, explica que a partir de ahora, el hospital tendrá capacidad para llevar a cabo entre cuatro y cinco procedimientos al día de este tipo. Así, por fin, se podrá tratar ‘in situ’ a los pacientes con infarto de miocardio y angina de pecho.

Para realizar la intervención, se necesitan dos médicos, unos tres enfermeros y un auxiliar de enfermería. Para desobstruir la vena, se introduce un pequeño «catéter balón» que dilata una arteria atascada para restaurar el flujo sanguíneo bloqueado.

Asimismo, en la sala mixta se realizan otros procedimientos, además de las angioplastias. Pero los preparativos retrasaron las intervenciones cardíacas hasta noviembre, según precisa el jefe de Cardiología.

Ripoll recuerda que ésta era una de las reivindicaciones más antiguas de los profesionales del hospital. Finalmente, se ha podido llevar a cabo; la nueva sala es fruto de un acuerdo con el propio servicio de Cardiología de Son Espases, y de hecho serán algunos de los especialistas de dicho centro los que realicen los procedimientos.

La nueva infraestructura supuso una inversión de 2.618.263 euros, teniendo en cuenta la nueva resonancia magnética de última generación que también se incorporó al hospital. Como precisa el médico Ripoll, las enfermedades coronarias son la principal causa de muerte en el mundo, por lo que estas mejoras aumentan la calidad asistencial de los pacientes de Son Llàtzer y garantizan un mejor servicio. Casi a diario se tenían que desplazar pacientes a Son Espases para realizarles la intervención: en concreto, en 2019 hubo 620 traslados.