El PSOE sigue buscando respuestas al problema de la financiación autonómica. Los barones socialistas se reunieron ayer en Ferraz para buscar «posiciones comunes» con otras formaciones políticas para la reforma de la financiación autonómica, dejando fuera la «confrontación partidista», al comprender que en este asunto pesan más las cuestiones territoriales.

La reunión estuvo liderada por la ministra de Hacienda, María Jesús Montero, y contó con la asistencia de la portavoz del Gobierno y ministra de Política Territorial, Isabel Rodríguez; la vicesecretaria general del PSOE, Adriana Lastra; y el secretario de Organización, Santos Cerdán.

Los presidentes autonómicos socialistas expresaron sus visiones sobre la financiación, en la que están divididos por bloques. Balears estaría en el tercero, junto a Cataluña y Madrid. Montero afirma que estas tres comunidades piden el principio de ordinalidad en el sistema, algo relacionado con el «límite a la solidaridad» interterritorial.

Armengol también aprovechó para acercar posiciones con el presidente de la Generalidad Valenciana, Ximo Puig, con el que tiene una muy buena sintonía y llevan meses trabajando con un horizonte parecido.

El PSOE es consciente de que en la reforma de la financiación autonómica cada presidente opta por defender los intereses de su territorio y no pretende fijar una postura como partido al respecto, sino que tratará de buscar un acuerdo global.

Por ello, invita «a todas las fuerzas políticas, especialmente a aquellas con implantación a nivel nacional, a trabajar con honestidad en la definición de una posición común, dejando fuera la confrontación partidista» y con un «diálogo fluido entre todas las administraciones», según informó el partido en una nota de prensa tras la reunión en Ferraz.

El PSOE plantea como «principios inspiradores» la suficiencia y autonomía financiera, la «solidaridad» y la «lealtad institucional entre administraciones».

Los presidentes autonómicos socialistas expusieron en la reunión su visión sobre la financiación, en la que están divididos por bloques donde no priman las siglas del partido sino la realidad y necesidades de cada territorio, lo que les ha llevado a coincidir con dirigentes del PP de otras comunidades en situaciones similares.

Reacciones a los presupuestos

El portavoz de El Pi, Josep Melià, calificó las cuentas de «poco sólidas» y afirmó que «son unas cuentas con pies de barro por un gobierno especialista al vender humo».

Según Melià, «no se piensa en la sostenibilidad de Balears a medio plazo y no se apuesta para dedicar una parte de los recursos a reducir la deuda descomunal de más de 9.200 millones de euros». El portavoz de El Pi dejó claro que «las previsiones de crecimiento económico son inciertas y se pone en duda a los organismos independientes».

El portavoz del PSIB-PSOE, Cosme Bonet, valoró positivamente los Presupuestos Generales para el 2022 que ha presentado el ejecutivo autonómico y que cuentan con una inversión no financiera de 5.176 millones de euros. Bonet celebró que «estas cuentas logran su máximo histórico con una inversión donde 7 de cada 10 euros se destinan a políticas públicas» y «priorizan la sanidad y la educación».