Un juez de Palma ha condenado a una mujer que ejercía de veterinaria en Mallorca, sin contar con el título universitario que le permitiría desarrollar esta profesión. Se trata de una joven de 24 años de edad, que ha sido declarada culpable de un delito de intrusismo profesional, según confirmó ayer el Colegio de Veterinarios de Balears. Los hechos ocurrieron en los primeros meses del año pasado y fueron descubiertos por el Colegio, que los denunció y que fueron investigados por la Guardia Civil. La acusada ha sido condenada al pago de una multa económica.

La sentencia declara probado que la mujer trató al menos a tres caballos propiedad de un particular. Uno de los equinos sufría problemas en los tendones de las patas. La falsa veterinaria utilizó láser y unos pinchos metálicos para realizar presión sobre los tendones y músculos de los animales. Además, de forma manual también manipuló vértebras y articulaciones a los animales. Por cada actuación cobraba cien euros.

Satisfacción del Colegio

El presidente del Colegio de Veterinarios, a través de una nota de prensa, se mostró satisfecho por la condena por intrusismo. «A pesar de que la multa es casi simbólica, todo lo que suponga combatir por vía judicial el intrusismo en cualquier ámbito profesional, es una buena noticia. Ramón García insistió en que «en medicina veterinaria, un diagnóstico erróneo o un tratamiento inadecuado por falta de cualificación puede tener consecuencias nefastas para los animales». El presidente de los veterinarios animó a que se denuncien todos los casos de intrusismo profesional.