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El Govern expedienta a Primark por vender en la península 5.000 mascarillas inmovilizadas en Palma

La Dirección General de Consumo propone una multa de 26.000 euros al acumular el establecimiento comercial una falta calificada de grave y otra tipificada como leve

Las mascarillas con fallos en su etiqueta eran de la marca Primark. M.Mielniezuk

El Govern balear ha abierto un expediente sancionador contra Primark por haberse llevado a Madrid y Granada para su venta más de 5.000 mascarillas que previamente habían sido inmovilizadas por la Dirección General de Consumo al haber detectado que incumplían la legislación en materia de etiquetado. Este comportamiento supone que se acumulan una falta de carácter leve y otra grave, lo que eleva la propuesta de sanción hasta los 26.000 euros.

Los hechos que han dado pie al inicio del procedimiento sancionador se iniciaron durante el pasado mes de junio. El departamento de Consumo del Govern había puesto en marcha una campaña de control sobre las mascarillas que se estaban vendiendo en las islas para hacer frente a la covid-19. Según consta en el expediente, el día 7 de ese mes un inspector acudió a la tienda que Primark tiene en el centro comercial Fan Mallorca, y en esa visita detectó un lote de mascarillas de la marca de ese establecimiento que incumplían de forma generalizada la legislación en materia de etiquetado.

Según el informe levantado en ese control, en las etiquetas de esas mascarillas no figuraban ni el número de unidades que contenía cada envase, ni la advertencia de que no era un producto sanitario, ni las instrucciones de colocación, manipulación y eliminación, ni los datos testados en cuando a la eficacia de filtración y resistencia del producto, ni el laboratorio en el que se debía de haber testado, entre otras deficiencias, al tiempo que no aparecía en castellano toda la información obligatoria.

Orden de inmovilización

Ante esta situación, se ordenó a Primark la inmovilización cautelar de un lote de 5.054 mascarillas, al tiempo que se le reclamó que en 10 días hábiles presentara el informe de ensayos emitido por un laboratorio acreditado a nivel nacional, donde debían figurar los datos testados en relación a la eficacia de las mascarillas.

El 11 de junio Primark remitió su escrito de alegaciones y el día 22 el informe sobre los ensayos. Tras revisar esa documentación por la Inspección de Consumo, se constató que se trataba de mascarillas fabricadas en India y Turquía, en las que aparecían numerosas deficiencias en su etiquetado.

Primark comunicó a la inspectora de Consumo que se había llevado las 5.000 mascarillas a Madrid y Granada

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Por ello, el 25 de junio el director general de Consumo, Félix Alonso, ratificó la inmovilización de las más de 5.000 mascarillas y ordenó que en 10 días Primark presentará el modelo de etiquetado que cumpliera la legislación para poder aplicarlo a este producto.

El pasado 16 de septiembre se volvió a visitar por parte de una inspectora el establecimiento situado en Fan Mallorca, dado que no se había remitido esta última documentación solicitada, y se exigió que se mostrara el lugar donde debía de estar custodiado el lote de 5.000 mascarillas inmovilizadas.

En el correspondiente informe se destaca que la respuesta que recibió la representante de Consumo es que ese producto ya no se encontraba en Palma, ya que había sido enviado a otros establecimientos de Primark de Madrid y Granada para ser vendido en ellos, pese a que la firma había sido advertida de que debía retirarlo para evitar su comercialización mientras se aclaraba si se incumplía la legislación. Ante este comportamiento, se optó por añadir a una primera falta de carácter leve una segunda tipificada como grave.

De este modo, la propuesta de sanción contempla una primera multa de 4.500 euros por una falta leve al registrar deficiencias en el etiquetado, y una segunda de 21.500 euros por falta grave, al haber vulnerado la orden de inmovilización de las 5.000 mascarillas.

Desde Consumo se señala que ahora el citado establecimiento comercial dispone del correspondiente plazo para la presentación de alegaciones, por lo que esa propuesta de multas no tiene un carácter definitivo.

Hay que recordar que apenas había transcurrido poco más del primer medio año de la pandemia cuando Consumo había sacado ya del mercado más de dos millones de mascarillas dudosas, comercializadas en numerosos puntos de venta, ya fuera por deficiencias en el etiquetado, no incorporar instrucciones de uso o existir dudas sobre su procedencia.

LAS CLAVES

  • Primera falta: leve

Dentro de la campaña de controles iniciada con la pandemia, el pasado mes de junio la Inspección de Consumo detectó más de 5.000 mascarillas con numerosas deficiencias de etiquetado en Primark, lo que supone una falta leve con una multa propuesta de 4.500 euros.

  • Segunda falta: grave

Consumo ordenó a Primark que inmovilizara las mascarillas con deficiencias, pero la empresa las trasladó a Madrid y Granada para su venta. Este comportamiento supone una falta grave, con propuesta de multa de 21.500 euros.

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