Dos hombres fueron detenidos el pasado fin de semana por la Policía Local de Palma por quebrantar sendas órdenes judiciales que les prohibían acercarse a sus exparejas.

Uno de ellos fue denunciado el sábado por la mujer, que le había visto en la puerta de su domicilio. El individuo se quedó mirando fijamente a la denunciante, en actitud desafiante. Cuando la mujer salió a comprar comida para su hijo vio que permanecía allí, por lo que avisó a la Policía, que le arrestó. La víctima dijo que era la quinta vez que hacía algo parecido.

Al día siguiente otra patrulla de la Policía Local de Palma respondió a una llamada de otra mujer. En este caso su exmarido, que tiene también una orden de alejamiento, se había metido en su casa, y esperaba en el balcón a que llegaran los agentes. El hombre admitió que sabía que no podía estar allí, y fue también detenido.