La campaña de alto riesgo de incendios forestales finalizó ayer con 61 siniestros desde principios de año que han quemado, hasta el 14 de octubre, un total de 91,73 hectáreas en Balears, cifra un 40% inferior a la media de los últimos 30 años y un 14% por debajo de la última década.

Por islas, el 70% de los siniestros se han producido en Mallorca (42), un 28% en Evissa (17) y un 2% en Menorca, con un único fuego forestal, informó la conselleria de Medio Ambiente y Territorio en un comunicado que destacó que este año no se ha originado ningún conato ni ningún incendio en Formentera.

En cuanto al tipo superficie afectada, el 26 % de los incendios han sido sobre terreno forestal arbolado (principalmente pinar) y el resto sobre terreno no arbolado (carrizo, matorrales y cañizo).

Por lo que se refiere a las causas, casi la mitad de los siniestros se han iniciado por una negligencia, un 22% han sido intencionados y el 12% han sido por causas naturales, como rayos. Quedan pendientes de determinar la causa casi un 7% de los siniestros.

El incendio con más superficie afectada fue el de Ariant, en Pollença, que quemó 58,62 hectáreas el día 6 de febrero. La Conselleria considera que este caso prueba la desestacionalización de los incendios forestales, como ha pasado durante los últimos años.

El conseller, Miquel Mir, recordó que «a pesar de acabar la época de peligro, el riesgo todavía existe». «Incendios como el de Ariant nos demuestran que es de vital importancia convivir con el riesgo creciente de incendios forestales, agravado por las consecuencias de la emergencia climática».

De hecho, en febrero hubo trece siniestros, frente los siete registrados durante el mes de julio.