La flamante reforma del hospital de la Cruz Roja de Palma fue presentada oficialmente ayer con la presencia de la presidenta del Govern, Francina Armengol. Una reforma que ha costado 6 millones de euros que ha sufragado la propia entidad benéfica y que permitirá al nuevo hospital atender en unas mejores instalaciones y con una dotación tecnológica más avanzada a los pacientes que les derivará el Servei de Salut en este siglo XXI.

Como recordaron fuentes oficiales de la Cruz Roja, el convenio especial que integraba a este centro sanitario junto al Sant Joan de Déu en la red de hospitales públicos de esta comunidad se formalizó en abril de 2019 con un periodo de vigencia de 10 años prorrogables a otros diez más. 

Cada una de estas anualidades el Servei de Salut derivará a pacientes para intervenciones, pruebas diagnósticas y consultas por un montante de nueve millones para cada ejercicio.

La reforma ha dejado un hospital con 40 habitaciones, tres más que antes de la intervención y todas ellas dotadas con baños adaptados, y un total de 76 camas con un aumento de seis frente al centro antiguo.

A la presentación también asistieron Antoni Barceló, presidente autonómico de Creu Roja en Balears, así como el presidente nacional de la institución, Javier Senent, que estuvieron arropados por los máximos dirigentes sanitarios de las islas, la consellera Patricia Gómez y el director general del Servei de Salut, Juli Fuster, entre otros.

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Presentan un renovado hospital de la Cruz Roja que seguirá atendiendo pacientes de la pública hasta 2029 Manu Mielniezuk

Mientras el presidente autonómico Barceló repasó en su intervención la trayectoria de un hospital que inició su actividad en 1949 con tan solo veinte camas hasta nuestros días, el máximo dirigente nacional de la institución benéfica, Javier Senent, no desaprovechó la oportunidad para agradecer a la presidenta Armengol su implicación en la continuidad del hospital cuando su futuro era más incierto.

«A principios del siglo XX Cruz Roja tenía cien hospitales por todo el país que fueron desapareciendo al crearse la red de hospitales públicos. Hoy tan solo continúan 11, todos ellos concertados con el Sistema Nacional de Salud», explicó antes de concluir que «solo la colaboración público/privada ha hecho posible que este centro sea viable».

Armengol, por su parte, calificó de «impagable el trabajo social y sanitario desplegado por este hospital en esta comunidad autónoma» y recordó las conversaciones que mantuvo con Antoni Barceló en 2015, recién instalada en el Consolat de Mar, para apoyar la continuidad del centro.

La presidenta recordó las 23.000 consultas médicas que se llevaron a cabo el año pasado en un hospital lastrado por las obras de reforma en marcha e indicó que ahora necesitarán de sus instalaciones y profesionales para el plan de choque que prepara Salud para reducir las listas de espera disparadas por la pandemia.