«Aunque los cánceres hematológicos no son tan frecuentes como los de pulmón, de colon o de mama, el linfoma de Hodgkin es uno de los que más aparecen en los jóvenes. Hay picos de incidencia en mayores de 50 años, pero la gran mayoría de casos se sitúan en los 30 años de media», afirma la jefa del servicio de Hematología del Hospital Universitario de Son Espases, la doctora Antònia Sampol.
Aun así, esta enfermedad que afecta al sistema inmunitario, concretamente a los ganglios linfáticos, es de los que «mejores pronósticos» tienen. «Un 90% de los pacientes se cura y muy pocos recaen a partir de los cinco años. Si has superado ese periodo lo más probable es que no se repita la enfermedad, y a partir de los diez años ya solemos dar el alta», destaca la doctora. «No hay ningún tipo de cáncer que consiga ese porcentaje de curación a los cinco años», añade.
Es común entre jóvenes, pero no quiere decir que sea del todo conocido. Últimamente ha habido casos de famosos que han padecido, y también superado, esta enfermedad. Hablamos del actor Dani Rovira y de la tenista Carla Suárez, que después de luchar contra el linfoma de Hodgkin ya han podido volver a sus respectivas actividades: el espectáculo y el deporte. «No tiene una prevalencia tan alta como el cáncer de mama, es más desconocido y el hecho de que haya famosos que lo hayan superado ayuda a saber más de él», subraya la jefa del servicio de Hematología de Son Espases.
Quince pacientes anuales
En el Hospital Universitario, según explica Sampol, se tratan a unas cien personas anuales con algún tipo de linfoma, «un 15% de las cuales son de Hodgkin». A día de hoy, aparte de los pacientes que se han sometido al tratamiento con quimioterapia y han hecho una remisión de la enfermedad, hay un caso al que se le ha realizado un autotrasplante de médula, y otro que después de este proceso ha recaído y ha requerido un trasplante de un familiar plenamente compatible. «Hoy tenemos otras herramientas en fase de ensayo clínico para atacar el tumor de forma específica, y que en un futuro podría sustituir al trasplante de médula, siendo menos agresivo», concluye.
