Son 720 familias las que siguen pendientes de recibir las ayudas alquiler de 2020, según se concretó ayer desde la conselleria de Movilidad y Vivienda. El retraso con estos pagos se debe a que el presupuesto habilitado el año pasado por el Plan Estatal de Vivienda, 8,9 millones, se agotó. Hubo una avalancha de solicitudes, más de 8.000. Sin embargo, el Govern movilizará cerca de un millón de euros para poder afrontar los pagos y no dejar sin cobertura a los solicitantes.

Al conseller de Movilidad y Vivienda, Josep Marí, como expresó esta semana en el Parlament, le gustaría que la gestión de estas subvenciones fueron mucho más rápidas, indican fuentes de su departamento, ante el problema estructural que arrastra el archipiélago por el encarecimiento de los alquileres. Sin embargo, la dificultad de la tramitación, por una obsoleta normativa estatal, sumado a la escasez de recursos del Instituto Balear de la Vivienda, retrasan su resolución.

Los pagos, explican las fuentes, se hacen por concurrencia no competitiva, lo que se traduce en que para tener acceso a ellas, además de cumplir con los requisitos establecidos, se tiene en cuenta el orden de presentación de las solicitudes y que se aporte la documentación correcta desde el principio.

Atendiendo a las bases de la convocatoria, esas 720 familias podrían haber quedado excluidas al agotarse el presupuesto 2020, pero el Govern utilizará fondos remanentes del plan de vivienda para pagar las ayudas.