Tolo Gili, exalcalde de Artà y secretario general de El Pi, fue elegido ayer nuevo presidente de la formación con el 56,7% de los votos. La victoria de la Gili supone que el sector de partidarios del diputado Josep Melià se hacen con el poder en la formación. El candidato de la facción de afines a Jaume Font y el expresidente Antoni Amengual, el ibicenco Toni Roldán, consiguió el 43,2% de los sufragios en un congreso celebrado en Campanet y marcado por la tensión y las discrepancias entre los dos bandos. Incluso se produjeron discusiones por discrepancias en el recuento de los votos que se hicieron constar en el acta del congreso regionalista.

De un censo de afiliados de 586 personas votaron ayer, tanto de forma presencial como telemática, un total de 529. Tolo Gili consiguió el apoyo de 300 afiliados de El Pi, lo que supuso el 56,7% de los votos emitidos. Por su parte, su contrincante, Toni Roldán, fue apoyado por 229 afiliados regionalistas. Se registró un total de cuatro votos en blanco.

Hay que recordar que el congreso de El Pi estuvo a punto de suspenderse en dos ocasiones a raíz de los fuertes enfrentamientos entre ambos bandos. La cita congresual de los regionalistas se convocó a raíz de la dimisión del entonces presidente, Antoni Amengual, que dejó todos sus cargos institucionales y de partido motivado por la crisis interna que vive el partido desde hace más de un año y por la cual ya había dimitido el fundador de la formación, Jaume Font.

La victoria del sector ‘melianista’, no tan holgada como se esperaba en un principio, obligará a los dos sectores a establecer conversaciones si quieren evitar la ruptura entre dos sectores muy enfrentado desde hace meses. El nuevo presidente Tolo Gili habló de ello después del congreso de ayer en Campanet. «El partido está dividido en su estructura, pero no en su ideología, per ello hablaré con Toni Roldán a partir del lunes y estamos dispuestos a reintegrar todas las sensibilidades», aseguró la nueva cara visible de los regionalistas. Gili también se refirió a que quiere introducir cambios importante en la forma de funcionar del partido a partir de ahora. Habló de que hasta el momento «la gestión y dirección del partido la ostentaban cargos públicos y ahora esto va a cambiar». En este sentido añadió que él renunciará «a tener cualquier cargo público, no me presentaré a ningunas elecciones, para dedicarme a dirigir y gestionar el partido». Gili y Melià reiteraron en varias ocasiones que están dispuestos a tender la mano al sector ‘fontista’ y cerrar una crisis que no es ideológica, es de estructura y de diferente forma de gestionar la formación.

Jaume Font fue uno de los que acudió a votar de forma presencial al congreso de Campanet. El otro expresidente de El Pi, Antoni Amengual, prefirió no estar presente y se apunta que votó de forma telemática.

Gili ya preside El Pi-Mallorca

Mediante el congreso de ayer, el sector que viene de Unió Mallorquina se hace con el control del partido, a la espera de si los derrotados se llegan a integrar, algo que se presume difícil por el elevado grado de enfrentamiento existente. A la victoria de ayer a nivel balear se debe unir que Gili ya ganó el congreso del partido en Mallorca, isla donde cuentan con el grueso de alcaldes y cargos.

Indisposición | El presidente de la mesa del congreso, Onofre Prohens, fue remplazado

El congreso de El Pi se inició con bastante retraso. Todo estaba preparado en el polideportivo de Campanet para el cónclave regionalista pero faltaba el presidente de la mesa del congreso, la máxima autoridad, Onofre Prohens, que se sintió indispuesto en la mañana de ayer y no pudo asistir. Se apuntó que su indisposición era fruto de la tensión vivida en las últimas semanas por los enfrentamientos entre los dos sectores en discordia que le pasó factura en la jornada de ayer.

Sustituyó a Prohens en la presidencia del congreso María José Bonnín, afiliada de Palma, que asumió el reto y el cónclave que terminó eligiendo a Tolo Gili se pudo iniciar. 

Discrepancias | Al admitir a los que pagaron su deuda de afiliación para poder votar

Al final del recuento de votos, las dos candidaturas hicieron constar discrepancias por algunos de los votos emitidos al considerar que no se debían aceptar. Estas discrepancias se centraban en que algunos afiliados habían satisfecho su deuda de cuotas de afiliación para participar en el congreso y los del sector ‘fontista’ no estaban dispuestos a aceptar sus votos. Se apuntaba que en las últimas semanas un número considerable de afiliados que tenían deuda pendiente de su cuota de afiliación al partido había pagado con la finalidad de poder votar en el congreso. Desde el sector ‘melianista’ recordaron que las reglas de juego del congreso de El Pi las marcaron los ‘fontistas’.