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Los pedidos de restaurantes y hoteleros invitan al optimismo

Los distribuidores de alimentos destacan que el verano está siendo mejor de lo previsto

A los distribuidores de alimentos y bebidas las cosas les van bien o mal dependiendo de los resultados de otros sectores, como los hoteles, los bares y los restaurantes, de ahí que sean un buen termómetro de la situación económica. Y según el presidente de la asociación balear que los agrupa, Bartolomé Servera, el verano está avanzando mejor de lo que se podía esperar algunos meses atrás, de ahí que el volumen de pedidos que están recibiendo durante las últimas semanas inviten al optimismo.

Servera señala que las empresas de este sector siguen teniendo una actividad inferior a la de 2019, antes de la pandemia, pero durante los meses de verano está reducción se está limitando a un 20% o un 25%, cuando durante las semanas anteriores la diferencia venía siendo mucho más notable.

En este punto, destaca especialmente el impulso que se está detectando en los pedidos procedentes de bares y restaurantes, en buena medida derivado de la clientela local, que se ha volcado en este tipo de consumo, a la que se suma también la turística, pese a mostrar ésta unas cifras claramente inferiores a las de 2019.

Precisamente un aspecto puesto en valor por el presidente de los distribuidores es que, aunque la temporada turística está siendo irregular, los hoteleros están comunicando que por el momento no tienen la intención de cerrar ninguno de sus establecimientos, lo que eleva el optimismo de cara a los próximos meses.

Trabajar contracorriente

Lo expuesto no quita que las empresas representadas por Bartolomé Servera estén realizando enormes esfuerzos para planificar su actividad y hacer frente a los pedidos que reciben, de forma que nadie se quede sin sus suministros, hasta el punto de que su presidente defiende que «el sector se merece el premio Ramon Llull de este año».

Dado que nadie quiere hipotecarse con pedidos a largo plazo, ante las incertidumbres que siguen existiendo respecto a la evolución de la pandemia, éstos se realizan en el último momento, obligando a realizar de dos a tres entregas semanales en algunos negocios.

Bartolomé Servera también pone en valor el respaldo que suponen los 855 millones de euros estatales a repartir entre las empresas más afectadas por la pandemia, pero señala como único reproche la escasa agilidad en su reparto, alegando que estas ayudas son imprescindibles para liquidar deudas y sanear las cuentas.

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