La Policía Local de Pollença y la Guardia Civil sancionaron este viernes a 35 turistas españoles por celebrar una fiesta ilegal en un chalé. Los agentes tuvieron que montar guardia a las puertas de la finca durante horas para poder identificar a los participantes cuando salían, ya que les impidieron el acceso al inmueble. El jueves de madrugada ya fueron multadas otras 40 personas por una fiesta en otro chalé en Pollença.

Según explicaron fuentes policiales, varias llamadas alertaron hacia las tres de la madrugada de la música a todo volumen procedente de la vivienda, situada en el camino de Can Seguinot, entre Pollença y el Port. Varias patrullas de la Policía Local y la Guardia Civil acudieron al lugar y comprobaron que había numerosas personas celebrando una fiesta, incumpliendo así las restricciones por el coronavirus.

Los moradores, turistas de la península que habían alquilado el chalé, no dejaron entrar a los agentes. Estos optaron por esperar en la entrada durante más de siete horas para identificar y denunciar a los participantes en la celebración cuando abandonaron la finca.