Varias calas de Mallorca se han visto abarrotadas este fin de semana, una estampa llena de sombrillas y con una marea de personas imposible de evitar, era difícil cumplir las medidas de seguridad y, por lo tanto, respetar la distancia.

Cala Mondragó, s'Amarador o Caló d'es Moro han sido los escenarios este fin de semana aunque es algo que se repite cada año por la cantidad de gente que se acerca a las más famosas y que además son visitadas también por turistas. Las aglomeraciones se producen sobre todo a mediodía y hay varias zonas de la playa en las que es muy complicado respetar el metro y medio de distancia.

La problemática principal es llegar a la playa y no poder poner las toallas y las sombrillas respetando la distancia de seguridad ni en el agua ni en la arena. A día de hoy, las restricciones en las playas son únicamente de horarios ya que están cerradas desde las 22:00 hasta las 6:00, sobre todo para evitar botellones y concentraciones de gente de madrugada. Sin embargo, sigue siendo obligatorio respetar el metro y medio interpersonal para estar lo más seguro posible mientras disfrutas de un día de playa.

El pasado verano de 2020 la situación cambió drásticamente por la pandemia y nos dejaba estampas de calles del centro vacías y playas con apenas gente, sin embargo la temporada turística ya se ha reactivado y la isla vuelve a tener zonas abarrotadas.