Pese a que el porcentaje de población doblemente vacunada crece día a día, los ingresos hospitalarios también lo están haciendo a buen ritmo. Y resulta preocupante la cadencia de las nuevas hospitalizaciones de los pacientes más graves, que han crecido casi un 25% (24,5%) en los últimos tres días

Si el pasado lunes se comunicaban 61 pacientes ingresados en Unidades de Cuidados Intensivos (UCI) de Balears, tanto públicas como privadas, ayer, miércoles, la cifra había aumentado hasta los 76, quince más.

En el momento de mayor presión asistencial hubo 456 pacientes covid en planta (el 4 de abril) y 115 en UCI (6 de abril). Pues bien, ayer eran respectivamente 346 y 76.

Y Son Espases, como hospital de referencia de esta comunidad autónoma, ya adaptaba ayer sus boxes de críticos para hacer frente al aumento de la demanda asistencial que viene aparejada con esta quinta ola pandémica.

Así, en el comité covid de ayer se decidió trasladar a los pacientes críticos ingresados en la UCI Cardiaca a la de Traumatología con el objeto de poder destinar las ocho camas monitorizadas de la primera a los pacientes más graves con la patología respiratoria.

Ayer en Son Espases había ingresadas con diagnóstico de covid-19 un total de 113 personas. De ellas, las 28 más graves ocupaban las dos unidades de cuidados intermedios y el box de la UCI Médica al completo. De ahí la necesidad de buscar nuevas camas para futuros ingresos críticos. 

Son Espases cierra dos gabinetes de Aparato Digestivo y continúa «revisando» la actividad médica y quirúrgica

La situación en planta no era mejor toda vez que, como admitía el hospital de referencia, «el número de pacientes con covid-19 que ingresan todavía es más alto que el de los pacientes que reciben el alta. Por esta razón es necesario liberar camas y redistribuir a los profesionales» sanitarios disponibles.

Búsqueda de camas

Ayer contaban con solo 4 camas de adultos y 13 de pediatría libres en la recámara. Por ello, ayer mismo se decidió preguntar por la disponibilidad de camas de hospitalización al Sant Joan de Déu y de UCI a los centros sanitarios privados.

Y con el objeto de liberar a profesionales, se decidió cerrar dos gabinetes del Servicio del Aparato Digestivo y mantener tan solo uno abierto para atender casos urgentes. Asimismo se continuará «revisando» la actividad programada médica y quirúrgica para conseguir recursos de enfermería para reforzar las unidades de pacientes covid.

Este panorama asistencial se veía además complicado por la saturación que se está viviendo en el servicio de Urgencias.

El Servei de Salut admitió ayer que las urgencias están tensionadas, principalmente los servicios de Son Espases y Son Llàtzer. 

Más urgencias

Esta quinta ola, argumentaron, ha provocado un incremento de más de un 12% de los casos atendidos en los servicios de Urgencia de los hospitales públicos de Mallorca. Si en tres días del pasado mes de junio se atendieron 3.100 urgencias, en los tres primeros días de este mes de agosto se han atendido 3.479, un 12,2% más.

Y atribuyeron esa mayor presión en Urgencias a dos factores bien diferenciados. El primero de ellos, al fuerte incremento de los casos de covid-19 aparejados a esta quinta ola.

Y el segundo y no menos importante, al aumento de la población flotante (turistas fundamentalmente) que también acude a los hospitales por otros motivos, fundamentalmente derivados de accidentes de tráfico o de lesiones traumatológicas provocadas por una mayor actividad al aire libre y en los deportes náuticos. 

El dato

El Servei de Salut está poniendo en marcha iniciativas como la de reclutar de forma voluntaria a personal médico de especialidades donde se haya reducido la actividad programada para que puedan vacunar en su jornada ordinaria. Son Espases ha sido el primero en impulsar esta iniciativa, reclutando a más de 25 profesionales de diferentes servicios médicos como Dermatología, Rehabilitación, Otorrinolarin-gología o Cirugía Cardíaca. 

Otra medida que perfila el Servei de Salut de forma inmediata es la de captar voluntariamente a los residentes de Medicina de primer año (MIR), para que puedan vacunar de forma remunerada fuera de su jornada de trabajo.