El Pi reunió ayer por mañana a su Consell General para comenzar a determinar las bases del congreso que celebrará el partido el 25 de septiembre. El secretario de El Pi, Tolo Gili, dejó claro en esta reunión en Costitx que el partido ha abierto el periodo para recibir propuestas sobre cómo afrontar esta nueva etapa, con una «hoja de ruta con garantías» y con aportaciones de los militantes y simpatizantes.

«Queremos un congreso lo más abierto posible que sirva para relanzar el partido, es muy necesario defender los intereses de nuestra tierra sin directrices de Madrid», afirmó.

Cabe recordar que el hombre que había asumido las riendas del partido hace un año emergiendo como figura de consenso tras la traumática salida de Jaume Font, Antoni Amengual, hizo efectiva este mes su renuncia junto a otros seis miembros de la cúpula, entre ellos la número dos y portavoz en el Parlament, Lina Pons, dejando, un año después de la salida de Font, El Pi roto y descabezado.

Después de una semana de total división a raíz de la dimisión del hasta ahora presidente, los cuadros de El Pi que siguen al frente de la formación se reunieron ya el pasado fin de semana con el principal objetivo de dar señales de vida. «Muchos afiliados no entienden lo que ha pasado y se trata de dejar claro que el partido está vivo, ni ha muerto ni se disuelve», explicó el secretario general de los regionalistas, Tolo Gili, quien volvió a ser el encargado de convocar la cita de ayer.

Detrás de la nueva crisis de los regionalistas subyacen las discrepancias sobre quién debe ser el candidato del partido en las próximas elecciones de 2023. Un puesto para el que ahora el mejor colocado es el presidente de la Felib y actual alcalde de Costitx, Antoni Salas.