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Condenado un socio del ruso Petrov por ingresos no declarados en España

La Audiencia Nacional ha tenido que repetir la sentencia y le ha impuesto al acusado una condena de un año y tres meses de cárcel

Salikov cuando fue detenido en Mallorca. B. R.

Jurij Salikov, quien fue socio del destacado dirigente de una organización mafiosa rusa, Gionnidas Petrov, ha sido condenado por un delito fiscal. El acusado es Jurij Salikov, quien compartió una empresa de inversiones con Petrov, que ha sido condenado a un año y tres meses de prisión por un delito contra la Hacienda Pública. Se da la circunstancia de que el extranjero, que reside en Mallorca, ya fue condenado hace casi dos años por el mismo delito, si bien se ordenó al tribunal que volviera a redactar la sentencia. En la nueva redacción se ratifica que Salikov cometió este delito contra la Hacienda Pública, si bien el tribunal fija una condena por debajo de la que solicitaba la fiscalía, dado que se le aplica una atenuante de dilaciones indebidas. Esta atenuante se justifica porque el acusado ha tenido que esperar doce años desde que fue denunciado hasta que se celebró el juicio. Por este caso, además, el ciudadano ruso ya estuvo un año en prisión preventiva, de donde salió bajo fianza. Por tanto, ya habría cumplido prácticamente la pena que se le ha impuesto ahora en la Audiencia Nacional, por lo que no tendrá que regresar a prisión.

Salikov creó en el año 1998 una sociedad junto a Petrov denominada Sunstar. La empresa, dedicada a inversiones en el sector inmobiliario, fijó su domicilio en una casa de la urbanización Sol de Mallorca, donde se establecieron, y donde años más tarde fueron detenidos, los dos ciudadanos rusos. Dos años después Petrov vendió la participación de esta sociedad a su socio, por lo que no se le pudo atribuir ninguna responsabilidad tributaria.

Según declara probado la sentencia, Salikov realizó tres ampliaciones de capital, por valor de cerca de dos millones de euros. La ampliación se realizó ante notario y el ciudadano ruso justificó que estos ingresos procedían de un préstamo que le había realizado su padre desde Rusia, comprometiéndose a devolverlo en un plazo de quince años.

La teoría del préstamo fue rechazada por la Agencia Tributaria, que atribuyó este dinero a ingresos no declaradas por la empresa y, por tanto, sin la correspondiente tributación.

El ciudadano ruso afincado en Mallorca fue detenido en la misma operación en la que fue arrestado Petrov, al situarlo dentro de su organización delictiva.

A pesar de las graves acusaciones que pesaban sobre la organización, la Audiencia Nacional dictó una sentencia absolutoria a favor de todos los integrantes del grupo. El tribunal, en contra del criterio de la fiscalía, determinó que la organización no había cometido ningún delito en España, por lo que solo cabía una sentencia absolutoria.

Petrov, en realidad, nunca se sentó en el banquillo de los acusados, ya que aprovechó un permiso que se le concedió en España para volver a su país. Fue juzgado en su ausencia, pero la absolución también le incluye.

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