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Calvià y Eivissa son las ciudades españolas con la covid más desatada

La capital ibicenca encabeza el ranking estatal con un incremento porcentual de la incidencia de la pandemia del 348 por ciento, pero la localidad turística mallorquina experimenta un crecimiento todavía superior, por encima del cuatrocientos

Calvià lidera la aceleración de la progresión de la pandemia a escala estatal, un 402%. Manu Mielniezuk

Los partidarios de asociar los contagios del coronavirus a la actividad turística verán reforzadas sus tesis con el mapa de propagación de la quinta ola en el conjunto del Estado, y sobre todo en Baleares. El dudoso honor de encabezar la difusión de la covid corresponde en el apartado urbano a Eivissa y Calvià. El listado de «Las cien ciudades con más casos por habitantes» ha sido confeccionada a escala estatal por eldiario.es, en un trabajo ingente de recopilación de los datos autonómicos.

La clasificación que viene dominada en la tendencia al alza por Calvià y Eivissa está referida al pasado martes, aunque la constancia de los ocho centenares de nuevos casos registrados a diario garantiza la vigencia del escalafón. La capital ibicenca ostenta la primera posición a todos los efectos. Su incidencia acumulada a catorce días de 1.989 nuevos contagios por cada cien mil habitantes se halla a notable distancia de la segunda urbe baremada, que es Burgos con 1.655. La localidad pitiusa dobla prácticamente en números absolutos a las restantes ciudades españolas más castigadas. Su situación empeora al considerar que también está desatada su tendencia al alza, con un 348 por ciento de variación.

Calvià ocupa asimismo un lugar destacado, aunque menos acusado en el ranking estatal del total de contagios. Si bien el martes tenía adjudicada la vigésima posición en datos absolutos, con una cifra también incontrolada de 1.048 casos quincenales por cada cien mil habitantes, el municipio mallorquín supera a todos los españoles en cabeza con su 402 por ciento de incremento.

Por tanto, un municipio ibicenco se sitúa al frente de la clasificación nacional con una cifra ya estratosférica y además al alza, en tanto que la capital turística de Mallorca sincroniza unos datos de contagios alarmantes con la mayor velocidad de difusión de la pandemia. La situación de Balears empeora al considerar que sus localidades más afectadas tienen un potencial de crecimiento superior al de otras ciudades también muy dañadas.

La presencia de Burgos, Palencia o Huesca en las primeras posiciones de la tabla no oculta su tipología eminentemente turística. La identidad económica de Eivissa y Calvià no precisa de mayor aclaración, y estos farallones de la industria balear comparten la cabecera con Barcelona, Santa Cruz de Tenerife, Estepona, Marbella o Málaga. Aunque la sujeción de las oleadas caprichosas a las riendas reguladoras que pretenden imponerles los expertos médicos es dudosa, queda claro al menos que la duración y la dimensión final están ligadas al aumento de la sociabilidad característica de las actividades de ocio.

Calvià y Eivissa no son las únicas contribuciones de Baleares al centenar de ciudades españolas donde la covid impone su ley. Una vez que el archipiélago se consagra como la tercera autonomía en cuanto a la dimensión del influjo de la quinta ola, era inevitable que apareciera su capital. Palma ocupa el lugar número 36, con 943 casos y un elevado incremento porcentual del 152 por ciento.

La aportación balear se cierra con Manacor, la ciudad española número 75 en cuanto al impacto global de la pandemia. Más grave resulta que la capital del Llevant mallorquín acumule un crecimiento desbocado del 371 por ciento, superior incluso al ya de por sí disparatado de Eivissa. El mapa de la afectación en el archipiélago ofrece un perfil de las ciudades más pobladas y orientadas hacia la actividad turística.

Los cuatro municipios baleares de los que se ha adueñado la quinta ola de la pandemia suman una población en torno a los 650 mil habitantes, más de la mitad de los residentes en la comunidad. La presencia descollante en el ranking de municipios más afectados se sitúa por encima del peso demográfico del archipiélago.

Si los datos de Palma, Eivissa, Calvià o Manacor ya serían preocupantes en la contabilidad absoluta, en su crecimiento porcentual parecen disparatados. Se corresponden con una comunidad que ofreció un comportamiento epidemiológico ejemplar hasta finales de junio, y que con el cambio de mes experimentó un aumento vertiginoso del número de infecciones. Pese a la insistencia de las autoridades en que la incidencia no debe ser el parámetro definitivo para juzgar el peso de la pandemia, continúa siendo la regla de oro para retratar una quinta oleada que en Baleares ha desbordado ampliamente a sus predecesoras.

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