Alemania exigirá a partir del 1 de agosto un test negativo a todos los viajeros mayores de 12 años que no hayan recibido la pauta completa o superado la enfermedad, independientemente de su vía de acceso al país.

En caso de proceder de una de las regiones bajo dominio de las variantes más agresivas de la covid-19, la obligación del test se amplía a todos los viajeros, según la resolución adoptada este viernes por el Gobierno federal.

Los test podrán ser PCR -realizados hasta 72 horas antes de entrar en el país- o de antígenos -no anteriores a 42 horas-. En caso de ingresar por vía aérea, deberá presentarse el test o certificado de vacunación antes de embarcar; los viajeros en tren serán requeridos a hacerlo durante el trayecto mientras que para los que entren por carretera no habrá controles específicos, pero sí puntuales.

El propósito del Gobierno, indicó su viceportavoz, Ulrike Demmer, es optimizar el control sobre los viajeros que ingresan en el país y contener la extensión del coronavirus. 

«Con estas medidas reducimos el riesgo de una extensión de la enfermedad», afirmó el ministro de Sanidad, Jens Spahn.

Junto a las nuevas normas de ingreso, se simplificarán las categorías de los lugares de procedencia considerados de riesgos, que se reducirán a dos: de alto riesgo, por un lado, y bajo dominio de las variantes más agresivas, por el otro. En la primera categoría, la de alto riego, entraron hace unas semanas socios europeos como España y Países Bajos. Los viajeros no inmunizados procedentes de estas zonas quedan en cuarentena por diez días, que pueden reducirse a cinco si al quinto se presenta un test negativo.