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Opinión

La incidencia no es una menudencia

Turistas a su llegada al aeropuerto de Palma Manu Mielniezuk

La canonización en curso de la directora general de Salud Pública, de incompetencia probada por encima de cualquier criminalidad sospechada, tendrá que interrumpirse para celebrar que Alemania haya elevado la calificación de Mallorca en el cotizado escalafón de la pandemia. Un éxito más.

El año pasado hubo que esperar a agosto para ser singularizados por Alemania. La eficiente dirección de Salud Pública lo ha conseguido ahora en julio, gracias al auge del turismo de borrachera, de contagios y de palizas. En 2022 puede lograrse en mayo.

Otro hallazgo de Salud Pública establece que la incidencia del coronavirus es una menudencia, así que exigió al Scientific Advisory Group on Emergencies británico y al Robert Koch Institut alemán que el insignificante recuento de enfermos no se tomara en consideración para sus semáforos. Por tanto, Londres y Berlín reseñan que han clasificado a Mallorca atendiendo en exclusiva a la incidencia.

Los reconocimientos internacionales a Salud Pública palidecen frente a los éxitos en casa. El número de contagios en el trimestre de mayo a julio de 2020 se ha multiplicado por 18 en 2021. Según el ministerio, Balears administra un porcentaje de vacunas recibidas inferior a la media nacional, ha recuperado la condición de vicecolista en vacunación y presume de un porcentaje entre sexagenarios superado en trece comunidades. La canonización se queda corta, habrá que ir pensando en la erección de una estatua.

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