Balears recibirá 4,9 millones de euros del Ministerio de Igualdad en ayudas a la conciliación. La ministra de Igualdad, Irene Montero, anunció ayer en Palma la llegada de estas ayudas correspondientes a este año y que forman parte del plan Corresponsables puesto en marcha el pasado marzo por el Ejecutivo. Un plan con el que, según explicó la ministra, «el Gobierno se hace corresponsable de las familias y de sus cuidados para que las mujeres puedan conciliar laboral y familiarmente».

La llegada de estos casi cinco millones de euros fue el principal anuncio hecho ayer con ocasión de la visita de la ministra de Podemos a Palma, donde fue recibida en el Consolat por la presidenta del Govern, Francina Armengol, en una reunión que la ministra calificó de «productiva y cariñosa». Precisamente, según anunció la presidenta autonómica, el Ejecutivo estaba pendiente de estos fondos para cerrar su anunciado plan de conciliación, que, aseguró, «se está ultimando» y se presentará en las próximas semanas.

«Las mujeres tienen que tener derecho a dejar a sus hijos en lugares seguros y el Gobierno tiene que ser corresponsable no sólo para garantizar que puedan compatibilizar trabajo y cuidado, sino también para garantizar el descanso, formarse o cualquier cuestión de su vida personal», defendió la titular de Igualdad.

Montero se comprometió a ampliar esa partida en los próximos presupuestos de 2022. «El plan y la conciliación tiene que ir de mano de las comunidades y no me cabe duda que Balears estará a la vanguardia», defendió. «Nos encontramos ante un momento de consolidación de una nueva generación de derechos feministas», insistió ante los medios la ministra Montero.

Los fondos de este plan se pueden destinar a crear bolsas de servicios de cuidados profesionales, a fomentar la creación de empleo de calidad dentro del sector y a definir mecanismos que reconozcan a las personas cuidadoras la experiencia en tareas de cuidados no profesional para poder acceder a las bolsas profesionales.

Después de ya haber anunciado que llevaría el caso a la Fiscalía, la ministra de Igualdad, Irene Montero, se volvió a pronunciar ayer sobre las declaraciones del tiktoker mallorquín Naim Darrechi en las que confesaba mantener relaciones sexuales sin preservativo y eyacular dentro de sus parejas sin su consentimiento o engañándolas diciéndoles que era estéril. Para la ministra, «el debate social que se ha abierto» con las declaraciones del tiktoker «es la falta de educación sexual en nuestro país».

De esta manera se pronunció sobre el tema la ministra de Podemos en Palma después de mantener una reunión con la presidenta del Govern, Francina Armengol, y antes de participar en una reunión con el grupo de estudio sobre prostitución y contra la trata en el Consolat. Mientras la presidenta Armengol informó que será el lunes cuando el Consell de Govern apruebe formalmente querellarse contra el tiktoker, Montero informó que el Ministerio de Igualdad ya ha puesto las declaraciones del joven en manos de la Fiscalía.

«El debate social que se ha abierto es la falta de educación afectivo-sexual en nuestro país», reiteró la ministra, que ante ello puso en valor la próxima ley del Sí es Sí, con la que, explicó Montero, «se pasa de la cultura de la violación, donde los hombres piensan que pueden satisfacer sus deseos por encima de las mujeres, engañándolas o sometiéndolas, a la cultura del consentimiento y la complicidad».

Precisamente, la ministra aseguró que en esta ley «recoge un amplio abanico de medidas relacionadas con la educación afectivo-sexual» y denunció que, por contra, «es el primer derecho que quiere quitar la extrema derecha»; en alusión a Vox y su propuesta del veto parental para este tipo de acciones formativas.

«No puedo ser ese ejemplo»

Por su parte, el tiktoker mallorquín volvió ayer a pedir «perdón» por sus declaraciones, pidiendo a sus seguidores que dejen de defenderle: «Que me caiga todo lo que me tenga que caer, porque me lo merezco», pronunció en varios vídeos, esta vez entre lágrimas, en el que trató de justificarse en un mal momento personal. «Me he perdido, no puedo ser ese ejemplo para esta sociedad», reconocía, antes de asegurar que este episodio «será un antes y un después, lo juro».