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El obispo mallorquín Antoni Vadell se retira temporalmente para afrontar el tratamiento de un cáncer

El prelado de Llucmajor, en la actualidad obispo auxiliar de Barcelona, ha comunicado personalmente su enfermedad, la reducción de su actividad y ha pedido la intercesión de la Virgen María y el beato Joan Roig Diggle

El obispo Antoni Vadell durante una comparecencia en el Obispado de Mallorca.

El obispo auxiliar de Barcelona, el mallorquín Antoni Vadell Ferrer, ha anunciado hoy que se retira de su actividad pastoral de forma temporal para afrontar el tratamiento de un cáncer. El propio prelado Antoni Vadell ha explicado hoy en un comunicado, hecho público por el Arzobispado de Barcelona que dirige el cardenal Juan José Omella, que tras unas pruebas rutinarias le han detectado un tumor en el páncreas y “en poco tiempo tendré que someterme a quimioterapia y posiblemente a una intervención quirúrgica, con lo que me obligará a reducir mi actividad pastoral de forma temporal”.

Antoni Vadell (Llucmajor, 1972) es uno de los obispos jóvenes con mayor proyección. Fue ordenado prelado en septiembre de 2017 y es una de las persona de máxima confianza del cardenal Juan José Omella, presidente de la Conferencia Episcopal Española, quien lo nombró obispo auxiliar de Barcelona y vicario general de la Diócesis.

“Le pido al señor poder afrontar este momento de enfermedad sintiendo su compañía, intuyendo que todo esto es una llamada amorosa de él para amarlo y sentirlo más. La recibo como una nueva misión, la de estar más cerca de su cruz, bajo la protección de la Virgen María y pidiendo la intercesión del beato Joan Roig Diggle”. Con estas palabras el prelado de Llucmajor hacía pública su retirada por enfermedad.

Antoni Vadell junto al obispo de Mallorca, Sebastià Taltavull. Bisbat

Vadell siempre ha estado muy ligado a la Iglesia de Mallorca, en especial a los movimientos juveniles dentro de la diócesis. En 2018, siendo ya obispo, participó en un recorrido de tapas con jóvenes universitarios mallorquines de Barcelona organizado por el Espai Mallorca.  

Ha combinado la labor parroquial con la pastoral de catequesis y educativa. Al ser ordenado sacerdote empezó su actividad pastoral en la parroquia del Beato Ramon Llull de Palma y posteriormente fue rector del Seminario Menor de Mallorca. Ha sido profesor del Centro de Estudios Teológicos de Mallorca. Asimismo, fue delegado diocesano de Pastoral Vocacional y formador del Seminario Mayor, así como vicario de Sant Josep Obrer y de Corpus Christi. 

En 2013 lo nombraron vicario episcopal para la Evangelización, rector de las parroquias de Santa Maria la Major, Sant Domingo y Crist Rei de Inca, de Sant Llorenç de Selva, la Immaculada de Caimari, Sant Joan Baptista de Mancor, Santa Tecla de Biniamar, la Nativitat de Lloseta. También fue designado miembro del Colegio de Consultores y del Consejo Presbiteral de la Diócesis de Mallorca hasta que fue ordenado obispo en 2017.

El obispo mallorquín concluye su carta hecha pública ayer afirmando que «confío en continuar al servicio de la misión evangelizadora con la providencia del Señor». «Todo irá bien», apostilla. Se despide de sus fieles con un emotivo «Gràcies per tant... Abraçades de gran cor!».

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