Un fin de semana más, la Policía Local de Palma y la Policía Nacional pusieron en marcha grandes dispositivos para tratar de evitar los botellones, que se saldaron con cientos de denuncias por beber en la calle, infringir las medidas anticovid y un rosario de infracciones más. Hubo incluso dos detenidos por robar motos, en una intervención en la que un agente resultó herido. Sin embargo, la Policía comprobó que estas intervenciones no han impedido las aglomeraciones. En la madrugada del domingo, con decenas de agentes controlando los accesos al polígono de Son Castelló -hasta entonces uno de los puntos calientes del botellón- la gente se concentró en el polígono de Son Morro, cerca de la carretera de Manacor.
Los operativos policiales, en los que han participado decenas de agentes de la Policía Local de Palma y la Policía Nacional, se han saldado con cientos de denuncias. Según informa la Policía Local, en la noche del sábado al domingo en estos operativos hubo 190 vehículos controlados, con 226 personas identificadas. Se abrieron 150 actas por consumo de alcohol en la calle, 19 denuncias por conducir bajo los efectos del alcohol -seis de ellas penales, por superar la tasa de delito-. Se inmovilizaron once vehículos y un conductor fue detenido.
La noche anterior fueron controlados 190 vehículos, con 226 personas identificadas. También se abrieron 80 actas por ruido, once por dejar desperdicios en la calle, 36 por infringir la normativa anticovid, trece etilometrías -seis de ellas penales- y dos detenidos por sustraer una moto. En esta última intervención resultó herido un agente, al ser atropellado cuanto trataba de cortar el paso a los delincuentes.
Los principales controles se llevaron a cabo en los polígonos industriales de Son Castelló y Can Valero, donde la Policía había comprobado que se venían registrando aglomeraciones de personas para hacer botellón en la calle. Las unidades policiales se apostaron en las entradas de los polígonos, impedían el paso a quienes no podían justificar su presencia allí y requisaban las bebidas. Sin embargo, durante la madrugada del sábado, mientras mantenían los controles en los accesos a Son Castelló, la Policía recibió avisos de que se había congregado una gran cantidad de gente en el polígono de Son Morro, en las inmediaciones de la carretera de Manacor.
Al parecer se trataba de muchas de las personas que no habían podido acceder a Son Castelló por la vigilancia policial, y que se habían citado allí a través de las redes sociales.
Además de estos grandes dispositivos, la Policía Local de Palma ha tenido que atender durante el fin de semana más de 150 requerimientos por fiestas privadas en domicilios. También se han mantenido vigilancias itinerantes para evitar la práctica del botellón en el resto de Palma.
