¿Cómo ha evolucionado la comunidad autónoma en el último quinquenio 2016-2021? Con el estallido de la pandemia en marzo del año pasado, las percepciones de los baleares han quedado marcadas por el impacto de la emergencia sanitaria. El paro y la creciente inestabilidad laboral por la dependencia del turismo, que sigue lastrada por la covid aunque ha empezado su reactivación, son las principales preocupaciones de los isleños. Seis de cada diez baleares creen que la temporalidad, tan ligada al sector turístico, todavía empeorará más.
Así se desprende de la radiografía que ha realizado Quaders Gadeso en una edición especial al alcanzar el número 400 de sus análisis de la realidad socioeconómica de Baleares. En abril se cumplieron veinte años desde su primera publicación.
Tras el incremento del paro y la inestabilidad laboral, que en todo el quinquenio ha sido lo que más inquieta a la ciudadanía, las siguientes preocupaciones analizadas en las islas son, en este orden, los problemas económicos, que también crecen, el futuro de los hijos (va en aumento), los partidos y la clase política, si bien desciende, y los servicios públicos, que se observan con una intranquilidad creciente
EVOLUCIÓN
Miedo a quedarse sin empleo y no volver a encontrarlo
Ya desde 2016, destaca Gadeso, los problemas de ámbito laboral y las dificultades económicas han tenido «un protagonismo casi absoluto» en las preocupaciones de los baleares. Se teme no solo al incremento del paro, sino quedarse sin empleo y no volver a trabajar. Hace más de una década, en 2009, surgieron las relacionadas con la clase política, entonces ligadas a la corrupción cuando estallaron los casos más sonados. Hoy en día se ha transformado en falta de confianza sobre su capacidad para solucionar nuestros problemas, además de lo relativo con la crispación política y la falta de entendimiento entre los partidos.
Sobre el futuro de los hijos preocupan los altos índices de fracaso y abandono escolar y «la práctica imposibilidad» de lograr un trabajo estable. Respecto a los servicios públicos, se lamenta sobre todo sus recortes y la pérdida de calidad que eso comporta en sanidad, educación o las pensiones; es decir, «los pilares del Estado del bienestar» están «en peligro».
TRABAJO
Pesimismo sobre la creación de nuevos puestos
Un 37 % de los baleares creo que no se logrará crear nuevos puestos de trabajo este año, frente a un 33 % que opina lo contrario. El impacto de la crisis en los mercados emisores y las restricciones a la movilidad lastran el turismo y alejan las temporadas de récord hasta 2019. Un 59 % de la población revela que «el adjetivo que más se ajusta» al mercado laboral balear es las temporalidad. Ante este panorama, solo un 13 % de los desempleados confían en encontrar trabajo en un tiempo relativamente corto.
ECONOMÍA FAMILIAR
Dificultades para acceder a los bienes de consumo
Los problemas económicos que enfrentan las familias son tan preocupantes que la mayoría de los isleños tienen «más o menos dificultades» para acceder a los bienes de consumo. La pérdida de poder adquisitivo, el acceso a la vivienda o las restricciones para acceder a créditos inquietan.
INSTITUCIONES
La mayor credibilidad, para las ONG y la sanidad pública
Ni el Govern ni los consells insulars aprueban. Sobre diez, el primero logra un 4,5 y los segundos, un 4,3, y respecto al año precrisis, 2019, han empeorado unas décimas. Las instituciones más valoradas son las ONG, seguidas por los servicios sanitarios públicos, las Fuerzas Armadas y las de Seguridad. En lado contrario, los partidos políticos suspenden, con un 2,9, como las patronales y la Iglesia (3,3), los sindicatos (3,4) y la Justicia (4,1). Medios de comunicación y monarquía se salvan con poco más de un 5.
EDUCACIÓN
Suspenso al sistema educativo, y más importancia a formarse
Los ciudadanos suspenden al sistema educativo, con un 4,2 , al tiempo que cada vez le dan más importancia a la formación de sus hijos.
TURISMO
Base del bienestar y culpable de las debilidades de Baleares
Desde 2016 ha ido incrementando el porcentaje de los que creen que el turismo es la base del bienestar, hasta un 72 %, pero también el de los que se preocupan por la dependencia de ese sector, su estacionalidad y el trabajo precario y temporal que lo caracterizan, además de sus efectos sobre el territorio
