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Magaluf: «esperanza y miedo» ante el regreso del turismo británico

Los pocos que han llegado por ahora están encantados en la isla, «100 % más segura» que el Reino Unido

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Magaluf se prepara para recibir a los turistas británicos Manu Mielniezuk

Las rebajas de verano en Magaluf están más solas que la una. No se ve ni un alma rebuscando prendas al 50 %. Sobra espacio por todas partes en las calles y hamacas en su playa. Y eso que «es una de las más limpias, mira el agua». Víctor Ibáñez, a la puerta del Bondi Beach, en la avenida Magaluf, interactúa con los pocos británicos que pasan frente al restaurante. Con la sonrisa a flor de piel, les suelta un «ladies» a unas jóvenes que pasean frente a la playa y saluda a un grupo de fornidos tatuados recién llegados, según revela el tono rojizo de su piel.

Magaluf está triste, pero confía en levantar su ánimo y sus negocios y que se reactive la economía local. Los hoteles van abriendo poco a poco. Este es el primer fin de semana que Balears está en la lista verde británica de zonas seguras para viajar, después de que el pasado miércoles Londres sacara a las islas del semáforo ámbar. Los primeros turistas británicos, tras meses de duras restricciones y libres por ahora de tener que hacer cuarentena a su vuelta, empiezan a llegar.

«Desde hace dos días se va notando», continúa Víctor, que como buen relaciones públicas aprovecha para vender las bondades del Bondi Beach. «Nosotros estamos dentro del nuevo concepto de Magaluf», explica. «Mañana abre el Sol Wave House, de Meliá, y los clientes podrán usar la piscina de olas».

Meliá, la cadena con mayor presencia en Magaluf, ya tiene cinco de sus diez hoteles en marcha. El Sol Katmandú abrió el jueves y el Innside Calvia Beach lo hará la próxima semana; su piscina colgante ya está disponible. Es el turismo nacional sobre todo el que empuja los abiertos, señala Belén Sanmartín, directora de Operaciones en Calviá de la compañía.

Bruno Trolese.

"Hay poco hotel abierto, dependemos de ellos; tengo miedo de volver al ámbar"

Bruno Trolese - Comerciante

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Sanmartín da cuenta de la especialización por mercados que tienen los hoteles que supervisa. Al turista ruso no se le espera, su vacuna «no está entre las reconocidas». Y certifica la tendencia actual: las estancias se acortan y las reservas de último minuto arrasan.

La montaña rusa en que se ha convertido la industria turística, a tenor de las olas de la pandemia y las restricciones a la movilidad que la acompañan, ha llevado a que se abran hoteles «en muy poco tiempo, has de ser ágil».

Carl Saye.

«El año pasado no pude venir a mi apartamento. Aquí nos sentimos 100 % seguros

Carl Saye - Turista

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Sin trabajadores eventuales

Otro contratiempo de esta temporada 2021 es que «cuesta conseguir trabajadores. Mucha gente se ha ido a la península y se han incorporado a otro sectores». Se refiere a las plantillas eventuales, las más perjudicadas por la pandemia que con el parón turístico se han quedado a verlas venir.

Los dos grandes cuestiones que preocupan sobremanera es si las islas seguirán en el semáforo verde, mientras los casos de covid están otra vez en alza, sumado a que el turismo de excesos se pueda desatar en el destino que a pesar de su continúa transformación lo lleva aún pegado a su nombre. «Esas noticias de gente joven no nos benefician», replica Sanmartín en alusión al megabrote de los estudiantes peninsulares en viaje de estudios. Aboga porque «volvamos a los mensajes de seguridad», como seguros y felices se deben sentir el grupo de turistas que la gozan en una sesión deportiva en la piscina del Meliá Calvia Beach.

«No hemos bajado las tarifas, son las mismas de 2019. Esperamos no recibir ese tipo de turismo», añade la directiva de Meliá y tesorera de la asociación hotelera de Magaluf. Confía en que alcancen entre un 50 y un 60 % de ocupación este verano.

Belén Sanmartín.

"Mantenemos las tarifas, de 2019 y proyectamos alcanzar hasta el 60 % de ocupación"

Belén Sanmartín - Melià Calvià

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Momentum Plaza, en la avenida Olivera, está vacía. Tania Navarro, camarera de Rivareno Gelato, celebra que hasta octubre tiene trabajo. «A mis amigos de los hoteles les van llamando, hasta septiembre». No está tan claro, pues, que se vaya a conseguir alargar la temporada. Tania cree que venir de vacaciones y «ver todo cerrado no motiva». Sin embargo, Carl Saye, está eufórico. Llegó el jueves a Mallorca con su mujer y sus dos hijos a pasar sus vacaciones en su apartamento de Magaluf. «Necesitaba salir» confiesa, después del «estrés» de todo estos meses atrás y de que el verano pasado no pudo. venir «En el aeropuerto —otro escollo estresante a superar en la nueva realidad— fue todo bien y me siento más seguro aquí que en el Reino Unido», asegura. Un par de jóvenes británicos cruzan hacia la playa. Al sentir una cámara que les enfoca posan con gracia al grito de «¡Newcastle!». Es su primer día en la isla. Mientras Tom y Lisa, él técnico de ambulancias y ella enfermera, están pasando el día en Magaluf y dan un paseo en bicicleta. Están alojados en Palma y este es el quinto día de su semana de vacaciones. Sin muchas ganas de hablar del hospital en el que trabajan solo dicen una cosa: «Nos sentimos 100 % seguros aquí». Ojalá eso mismo piensen los ministros de Boris Johnson.

Magaluf está triste, pero espera levantar su ánimo y su economía local con el regreso del mercado británico

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Dakota’s, tienda de ropa y complementos, de Bruno Trolese, mallorquín de ascendencia italiana, el verano pasado estuvo cerrada. Su dueño lamenta que la reactivación turística «va muy despacio. Hay poco hotel abierto y dependemos de ellos y todo el mundo tiene miedo de que volvamos a la lista ámbar. Otro año así no lo aguanta nadie».

El propietario del hotel Samos, el alemán Cristoph Gräwert, dice que se palpa «esperanza y miedo» en un día en el que su establecimiento estaba «más animado. Hoy (por ayer) se nota que ha cambiado, pero según se acerque la el 19 de julio», fecha de revisión del semáforo británico, «las reservas se van a parar». La incidencia de covid sube en Mallorca, el resto del país, Portugal y Reino Unido», repasa. Mientras tanto, un bus de Jet2 pasa por la carretera.

SIETE DE CADA DIEZ HOTELES YA ESTÁN ABIERTOS EN MALLORCA

En las últimas dos semanas, 89 hoteles han abierto en Mallorca, un tercio de ellos motivados por la inclusión de Balears en el lista verde del semáforo británico de viajes, tras anunciarlo Londres el día de San Joan. Así ya están operativos siete de cada diez establecimientos de los asociados en la Federación Hotelera Empresarial de Mallorca (FEHM): 613 sobre un total de 824, que supone el 71 % de las plazas, informó ayer la patronal.

Platja de Palma, Capdepera, Palma-Cala Major, Peguera, Cala Millor y Alcúdia son las zonas con más planta disponible. La FEHM señala que se han ido aplazando aperturas que estaban previstas. Capdepera y Cala Millor son los dos destinos que suman más hoteles abiertos desde el 18 de junio, con 15 cada uno, sigue Peguera con 11 y Alcúdia con 9 establecimientos.

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