Empezamos de forma timorata. A partir de marzo empezamos a coger ritmo. Llegaron los trombos con la vacuna de AstraZeneca y nos volvimos a parar. Después de un tiempo, seguimos avanzando. Llegó el estudio CombiVacs y volvió a generar un murmullo importante con sensaciones diversas entre la población. Las enfermeras, grandes artífices del proceso de vacunación, se pusieron a tope para vacunar una y otra vez, día sí y día también, para vacunar a más de 700.000 personas en un día.

Todo ello pasa en un entorno en el que España ha adquirido más de 93,5 millones de dosis para los tres primeros trimestres de este año, casi la mitad de ellas de Pfizer/BioNtech (43,9 millones), de modo que si se cumplen los suministros previstos, habría dosis suficientes para alcanzar el escenario descrito por el Gobierno de España.

Unas 45 millones de vacunas se han distribuido ya en España. Cerca de 40 millones de vacunas se han puesto ya, con más del 50% de personas que tienen una dosis puesta y cerca del 35% con pauta completa, en un entorno de casi 3.000 millones de vacunas puestas en el mundo. Baleares en estos meses ha vacunado a cerca de 350.000 personas, un 89,2 % de vacunas administradas sobre las recibidas, unas cifras buenas aunque mejorables. Y quienes las han puesto son miles de enfermeras, excelentes profesionales que están dando todo para conseguir las cifras en las que estamos.

La humanidad afronta la mayor campaña de vacunación de la historia. Con la llegada de las vacunas, la meta era y es acelerar la curva de la vacunación para inmunizar a millones de personas en tiempo récord: un desafío logístico y sanitario nunca antes realizado a escala mundial. Las diferentes velocidades de los planes de vacunación se están notando en todo el mundo. El proceso de inmunización contra la Covid-19, se inició a mediados de diciembre en Estados Unidos, Reino Unido, Rusia y China, seguido de la mayoría de países más ricos.

La vacunación de los diferentes grupos de edad avanza a un ritmo dispar en cada comunidad

A partir del 27 de diciembre, España comenzó a administrar dosis de la vacuna de Pfizer y BioNTech, a la que más tarde se añadieron las de AstraZeneca, Moderna y Janssen. Los primeros en recibirlas fueron los mayores que viven en residencias y el personal sanitario que trabaja en contacto con ellos. Aunque actualmente se ha alcanzado un buen ritmo de vacunación, el proceso comenzó a distintas velocidades entre comunidades autónomas, ya que cada una puede aplicar distintas estrategias de vacunación. Los territorios que tienen más población con prioridad para vacunar (residencias, sanitarios y mayores de 70 años) han recibido más dosis por habitante y han podido vacunar a una mayor parte de la población. La vacunación de los diferentes grupos de edad avanza a un ritmo dispar en cada comunidad autónoma.

Las dosis inoculadas en España dan resultado. Al analizar la curva de mortalidad, contagios y hospitalizaciones de cada grupo de edad, se observa claramente cómo entre los mayores de 80 años se ha reducido muy notablemente la mortalidad. En menor medida, también se ve una reducción mayor en los casos y las hospitalizaciones en este grupo de edad.

En términos de vacunación y prevención de nuevas variantes, la mejor forma de ser egoístas es ser generosos. La vacunación global es la mejor medida de protección universal.

En España se han detectado hasta el momento casos de infección por covid en personas que habían recibido las dos dosis de la vacuna. En Estados Unidos, los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades han reportado que miles de personas que han recibido la pauta completa se han contagiado. Esta posibilidad, unida a la relajación de las medidas tras el fin del estado de alarma, han alertado que quienes se infectan con coronavirus tienen un curso clínico leve.

Ante ello, hubiera sido mejor combinar la estrategia por edad, empezando por las personas de las residencias y los profesionales, junto a algunos grupos esenciales como el profesorado y algunos grupos de pacientes crónicos, y con haber trabajado más con la mayoría de los pacientes crónicos, grupos de profesionales esenciales, con personas con vulnerabilidad social. Otra vez será. Sigamos vacunando.