«Es una sensación diferente, se respira mejor, se respira una sensación de libertad». Los ciudadanos de Mallorca pudieron volver disfrutar de sus paseos al aire libre sin necesidad de utilizar la mascarilla en el primer día donde su uso no era obligatorio.

«La verdad es que era necesario porque con este calor es muy incómodo», defendió Héctor Cortés. Aunque para alguno se le hacía un poco raro ir por la calle sin el cubrebocas, como es el caso de Máximo Castillo: «Cuando veía a alguien con la mascarilla puesta pensaba, igual me he equivocado de día [risas]». Así, el propio Castillo justificó la no necesidad de usarla en exteriores: «Obviamente en los espacios interiores hay que seguir llevándola, pero al aire libre es mucho mejor y más cómodo ir sin mascarilla».

Por otro lado, también se pudo apreciar a muchas personas que seguían haciendo uso del cubrebocas ante el recelo de no haber recibido ninguna dosis de la vacuna. «Al no estar inmunizada, todavía puedo coger el virus. Sólo me la quitaría si hay mucho espacio, pero por regla general en la calle la llevaré puesta», explicó Irene Servando. En otros casos, también influyó la costumbre de los últimos meses, tal y como indicó Ángela García: «Después de tantos meses sales de tu casa con la mascarilla puesta sin pensarlo».

Otra de las causas para que algunos no se la quitaran fueron los botellones y aglomeraciones que se han apreciado durante las últimas semanas en la isla. «A lo mejor se ha tomado esta decisión demasiado pronto porque los jóvenes son bastante irresponsables y puede derivar en un aumento de contagios», concluyó Servando.