Esta semana ha sido ratificada en el juzgado de instrucción número 5 de Palma la querella criminal, aceptada a trámite, contra el empresario Miguel Pascual, contra su hijo Onofre y contra el que fuera jefe de la Patrulla Verde de la Policía Local de Palma, Gabriel Torres. El denunciante, Bruno da Silva, acusa a los dos conocidos empresarios de la Platja de Palma (padre e hijo, que están en estos momentos enemistados) de utilizar en su beneficio a la Policía Local de Palma para arruinar un negocio que les estaba haciendo la competencia. Una ruina que se logró tras la visita casi diaria de la Patrulla Verde al local que el denunciante Bruno da Silva había montado en la Platja de Palma. Estas inspecciones se realizaban siempre en horario de máxima afluencia de clientes, con la excusa de que la música estaba muy alta, cuando el bar contaba con un regulador de volumen.

Estas visitas casi diarias coincidieron en un momento en el que se había parado la negociación entre los Pascual y Da Silva para que los primeros adquirieran este local.

Una vez aceptada a trámite la querella y ratificada, se está a la espera de que la jueza cite como imputadas a las tres personas que han sido denunciadas.