La llegada ayer a Palma del buque Mein Schiff 2, con sus 1.000 pasajeros, de los que unos 200 desembarcaron para realizar excursiones muy controladas por la isla, supuso la vuelta del turismo de cruceros tras 15 meses de paralización, pero también la reactivación del debate que se inició antes de la pandemia para limitar esta actividad y las protestas ciudadanas. Sobre este punto, el conseller de Modelo Económico, Turismo y Trabajo, Iago Negueruela, aseguró que la «hoja de ruta» del Govern pasa por regular las escalas cruceristas y que espera tener una solución en unos meses. [Vea aquí las imágenes del crucero].

De los 1.000 pasajeros que desembarcaron ayer por la mañana, la gran mayoría finalizaba su crucero en Palma para dirigirse al aeropuerto y volver a su origen, mientras que otros 200 se subieron en seis autobuses para visitar, en grupos burbuja, el centro de la ciudad, el castillo de Bellver y Valldemossa.

Según explicó TUI, la empresa a la que pertenece el Mein Schiff 2, los turistas visitaron la isla en grupos burbuja con las instrucciones de no entrar en establecimientos locales ni realizar compras, para evitar contactos y posibles contagios. 

Mientras estos 200 cruceristas realizaban las excursiones y el resto se encaminaba a Son Sant Joan, a la terminal 6 del puerto de Palma, donde estaba atracado el Mein Schiff 2, llegaban autobuses directos del aeropuerto con otros pasajeros que iban a iniciar su crucero. 

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Vuelven los cruceristas a Palma Manu Mielniezuk

Palma es el puerto base de este buque, que vendrá cada semana hasta el 15 de julio, realizando un circuito por puertos nacionales. Desde la isla se dirigió ayer noche a Cartagena, adonde prevé llegar mañana. «Empezamos con cruceros con pasajeros en julio de 2020, en Canarias, con un protocolo de salud e higiene único», destacó ayer el capitán del Mein Schiff 2, Tom Roth. Todos los pasajeros tuvieron que someterse a una PCR antes de iniciar el viaje y a un test de antígenos el mismo día que se inició el crucero. Además, en el buque se realizan controles de temperaturas diarios y cuenta con un hospital a bordo, con dos médicos y tres enfermeras, equipado con un laboratorio donde pueden llevar a cabo pruebas ante la sospecha de un contagio. 

Una delegación del Govern, encabezada por Negueruela, acompañado por la directora general Rosana Morillo y por el presidente de la Autoridad Portuaria de Balears, Francesc Antich, dio la bienvenida a los responsables de este crucero. «Para una parte muy importante del tejido empresarial de Palma es un día que comienza la recuperación, como para el transporte discrecional», destacó el conseller de Turismo. Aun así, aseguró que «la hoja de ruta del Govern es clara», que la covid ha sido un impasse, y que «se mantiene el compromiso y que se hará una regulación del número máximo de cruceros». Es más, el conseller estimó que «en unos meses» deberían tener una solución. 

Protesta contra los megacruceros

Mientras la plataforma Sí als Creuers celebraba la llegada a Palma del Mein Schiff 2, la treintena de entidades cívicas, ecologistas y vecinales que conforman la Plataforma contra els Megacreuers anunció ayer una protesta contra la reactivación de este tipo de turismo y los proyectos de ampliación de puertos. Esta entidad ha previsto una concentración mañana, sábado, a las 11.30 horas, en las escalinatas que llevan a la Seu. 

‘Costa Esmeralda’ El primer crucero internacional llegará el 6 de julio

El Costa Esmeralda llegará el 6 de julio a Palma y será el primer crucero internacional. Pocos días después, arribará el Aida Perla, el 10 de julio, también circuito nacional, que el día 20 también recalará en Eivissa. De momento, la APB no tiene confirmado ninguno en La Savina, Maó y Alcúdia. 

Las navieras han presentado 270 solicitudes de escala, un dato «irreal», ya que será en los próximos meses cuando se vayan confirmando reservas y las empresas vayan reposicionando sus cruceros, indicaron desde la APB. Su presidente, Francesc Antich, valoró «positivamente» esta recuperación económica y destacó «la sensibilidad por parte de las compañías navieras» para respetar los protocolos.