El diplomático mallorquín Jorge Dezcallar, que fue embajador en Estados Unidos, la Santa Sede, Marruecos, director del Centro Nacional de Inteligencia (CNI) y articulista de este diario, desgranó ayer la geopolítica tras la pandemia de la covid-19. El embajador Dezcallar se mostró contundente al asegurar que tras la crisis provocada por la pandemia «estamos asistiendo al fin del dominio en el mundo de occidente que ha durado 500 años». En este sentido, reclamó que Europa se convierta en actor principal para no quedar «en el patio trasero», participando de las decisiones mundiales y alertó de la emergencia de China con su «modelo autoritario».
El coloquio fue organizado por la entidad declarada de utilidad pública Club de Roma, que engloba científicos, hombres de negocios y jefes del estado y que tiene como misión analizar los problemas más cruciales a los que debe enfrentarse la humanidad y la búsqueda de escenarios y soluciones para el futuro.
En este contexto, el invitado principal en el coloquio de ayer para analizar la situación mundial fue Dezcallar. Dada su larga trayectoria y experiencia definió tres tendencias que se están produciendo en estos momentos. En primer lugar calificó de «buena noticia el regreso de Estados Unidos con sus nuevas políticas de aliados y defensa de los valores de la Administración Biden, después de la confrontación provocada por las decisiones de Trump». En este sentido recordó que esta es la «primera crisis mundial desde 1945 que no ha sido liderada por Estados Unidos».
Para el diplomático mallorquín esta crisis «está aumentando las desigualdades y las diferencias entre países». Destacó el esfuerzo en tiempo récord para buscar una vacuna, pero lamentó la «muy mala imagen que se está dando por un interés egoísta y geopolítico, principalmente de China». A raíz de ello, el embajador apuntó que con «el 1% del PIB mundial podríamos tener vacunas para todos y salir de esta situación, pero nos encontramos que Estados Unidos tiene el 47% de su población vacunada, Europa el 37% y África solo el 1,3%».
Dezcallar relató cómo la eficacia en combatir el virus de los chinos ha sido posible gracias a su «modelo autoritario». «Ello está haciendo que este modelo sea atractivo para otros países y, en este contexto, es necesario el acercamiento entre Estados Unidos y Europa contando con América Latina».
Detalló cómo China ha reforzado el poder del Partido Comunista que cuenta con 90 millones de personas y ello le está permitiendo vender su producto y dominar la economía de mercado con un modelo interno de represión. Acto seguido advirtió de las amenazas de esta situación, como es que «dos tercios de la inversión mundial en inteligencia la está realizando China».
En este apartado definió dos tendencias a tener en cuenta en el orden mundial de los próximos años: La del «multilateralismo» con un mundo más igual para todos, defendido por Biden y Europa, y el mundo multipolar. Este último es el que «proponía Donald Trump con la confrontación permanente, el conflicto y donde las reglas no se cumplen». Ante esta situación, abogó por «buscar un nuevo orden geopolítico donde todos nos encontremos cómodos, incluso los autoritarismos».
Europa debe despertar
«Europa debe despertar, debe convertirse en actor de las grandes decisiones si quiere competir con China, Estados Unidos y también Rusia». Lamentó que la Unión Europea no tenga una política exterior común, ni de Defensa ni tampoco de Inteligencia para que «nos hagan caso». Por ello consideró esencial que «Europa recupere la ilusión». Advirtió que nos espera «un mundo más globalizado, más digitalizado, más desigual y más antipático».
El coloquio telemático fue presentado por José Manuel Morán, vicepresidente del Club de Roma. Lo moderó la directora de la revista Esglobal, Cristina Manzano, y también contó con la economista Alicia García.
