Francina Armengol, presidenta del Govern, "no se arrepiente" ni de una sola de las medidas restrictivas impuestas por el Ejecutivo para controlar los contagios, a pesar de que dichas limitaciones han sido anuladas por el Tribunal Supremo, que las considera desproporcionadas. Armengol, que esta mañana ha visitado el salón náutico de Palma, ha dicho que “acata, pero no comparte” la decisión del Supremo y ha señalado que a su juicio las limitaciones que se han impuesto, como el toque de queda y la limitación de las reuniones sociales, no han sido en ningún momento desproporcionadas. Ha asegurado que estas decisiones no respondían a criterios políticos, sino que se han aplicado “en base a los consejos sanitarios que nos daban los expertos en pandemias”.

Armengol ha sostenido que gracias a estas restricciones anuladas por el Tribunal Supremo “Baleares ha conseguido las bajas cifras de contagios que tenemos en estos momentos” y recordó que el archipiélago se ha convertido en la comunidad autónoma donde más se está controlando la pandemia sanitaria.

Armengol ha recordado que el pasado lunes el propio Govern acordó levantar todas estas restricciones el próximo domingo, debido a que los datos sanitarios han mejorado, pero insistió en que el virus todavía sigue vigente. Por esta razón, pidió a la población que, pese a la decisión del Supremo, continúe cumpliendo las mismas medidas de precaución y seguridad, como han venido cumpliendo hasta la fecha.

La presidenta recordó que estas restricciones que no han pasado el filtro judicial del Tribunal Supremo se están aplicando en otros países de Europa. Y señaló que el Govern ha logrado en dos ocasiones el aval del Tribunal Superior de Baleares, porque respondía siempre a criterios médicos para lograr controlar la pandemia sanitaria. “El tribunal de Baleares que conoce la realidad de las islas siempre lo ha entendido así”, señaló la líder política.

Armengol ha afirmado que ella no cree que el toque de queda impuesto fuera desproporcionado, como dice el Supremo, “ya que si lo hubiera creído así no se habría adoptado”. E insistió en que todas estas decisiones siempre fueron acordadas con los ayuntamientos y con los agentes sociales, ya que la prioridad era salvar la próxima temporada turística.

No obstante, la presidenta sí ha valorado de forma positiva que el Tribunal Supremo confirme que un gobierno autonómico puede aplicar estas limitaciones sin estar vigente el estado de alarma, un tema que ha provocado un gran debate juridico, y también que los jueces hayan avalado la decisión de controlar la situación sanitaria de todos los pasajeros que llegan a las islas, así como limitar el aforo en las salas de culto.

Sobre los botellones que se han celebrado la pasada madrugada, coincidiendo con el levantamiento de las restricciones, la presidenta ha recordado que estas concentraciones para beber en la calle están prohibidas, no por las leyes sanitarias, sino por las ordenanzas municipales. La presidenta ha adelantado que ayer noche ya se reforzó el operativo de seguridad y vigilancia, que estaba previsto realizarse el próximo sábado, para evitar que estas concentraciones de botellones se celebren.