La vicepresidenta y ministra de Transición Ecológica del Gobierno de Pedro Sánchez, Teresa Ribera, se desplazó ayer a Palma para dar buenas noticias y, sin embargo, acabó echando un jarro de agua fría al Govern. La vicepresidenta no sólo evitó garantizar la aplicación de los planes del gobierno autonómico de prohibir la circulación de nuevos vehículos diésel a partir de 2025 en Balears, sino que tildó de «prematuro» tomar por ahora ninguna decisión. «Me consta el máximo interés de Balears y lo entendemos, pero ahora habrá que ver la mejor manera de poder hacer realidad ese cambio en la movilidad, de conformidad con ese objetivo de unas islas cien por cien renovables y también con las demandas y los ritmos sociales y económicos que tenemos», pronunció Ribera.

De esta manera, queda ahora en el aire una de las medidas estrella de la primera legislatura de Armengol incluida en la ley balear de Cambio Climático, pero cuyo futuro, sin embargo, ha quedado en manos del Gobierno con la aprobación del texto final de la ley nacional de Cambio Climático. 

Si bien cuando se presentó el calendario por el que el Govern anunció la prohibición en Balears de nuevos coches diésel a partir de 2025 y de nuevos gasolina en 2035, con el objetivo de avanzar en la penetración del coche eléctrico, se aseguró que el ejecutivo autonómico tenía competencias para ello, finalmente, para evitar un recurso de inconstitucionalidad, se decidió dejar en manos del Gobierno y de su ley de Cambio Climático. Una ley que fija el final de los diésel y gasolina en 2040 y permite a los archipiélagos «instar» al Gobierno a adelantar el veto en las islas, pero no hacerlo directamente.

La vicepresidenta de Sánchez condiciona el calendario al «trabajo técnico pendiente» tras la carta de Yllanes

Por ello, después de aprobarse la ley, el vicepresidente y conseller de Transición Energética, Juan Pedro Yllanes,  envió el viernes una carta a la vicepresidenta Ribera solicitando una reunión para cumplir con el calendario previsto en la ley balear de Cambio Climático.

Sin embargo, después de mantener ayer Ribera una reunión con la presidenta Armengol, el vicepresidente Yllanes y el conseller de Medio Ambiente, Miquel Mir, en el Consolat, la vicepresidenta evitó garantizar que se cumpla con el calendario del Govern y el veto al diésel en 2025.

«Está pendiente todo el trabajo técnico, pero estamos disponibles para seguir trabajando con el Govern para ver qué calendario y cómo lo aplicamos», respondió al ser preguntada sobre la carta de Yllanes, la vicepresidenta Ribera.

Al ser preguntada sobre si podía garantizar que se fuera a aplicar el calendario de la ley balear de prohibir los nuevos diésel en 2025, la vicepresidenta señaló que «ahora es prematuro tomar ninguna decisión». «Desde que se aprobó la ley han pasado muchas cosas», prosiguió, señalando, no obstante, que le «consta el máximo interés de Balears»: «Lo entendemos, pero ahora veremos la forma de hacerlo de la mejor manera de acuerdo con la demanda y los ritmos económicos y sociales»

Jarro de agua fría al Govern

La respuesta de la vicepresidenta Ribera choca con las esperanzas del Govern que daban por hecho que una vez aprobada la ley nacional de Cambio Climático, la aplicación del calendario de la ley balear sería «sólo un trámite». «Está todo preparado para que cuando la ley entre en vigor podremos regular el adelanto del calendario para prohibir el diésel en 2025 y los vehículos de gasolina a partir de 2035», sostenían desde la vicepresidencia de Yllanes 

«¿Cree que es casualidad que haya un artículo sobre insularidad? ¿No ve que esto es un acuerdo político con el Gobierno?», respondía hace sólo un mes la presidenta Armengol ante las dudas de otros partidos del Parlament, tanto a izquierda y derecha, mientras el vicepresidente Yllanes aseguraba estar «en disposición» de aplicar la ley balear y que el veto al diésel en 2025 y a la gasolina en 2035 se mantenía: «La ley está en vigor», se aferraban ambos.

Ahora habrá que ver el desarrollo de esas reuniones y de los trabajos técnicos a los que ayer aludía Ribera para ver si el Gobierno acepta responder a la petición del Govern y restringir en el archipiélago la circulación de nuevos vehículos diésel a partir de 2025 y de nuevos gasolina desde 2035. 

Con la medida aprobada en 2019, Balears se colocaba como una comunidad pionera en la transición hacia la movilidad limpia. Ahora, que se haga realidad dependerá del parecer de Madrid.

Més exige al Gobierno que cumpla con el calendario de la ley balear

Las palabras de la vicepresidenta y ministra de Transición Ecológica, Teresa Ribera, dejando en el aire el calendario balear para prohibir los nuevos diésel en 2025 y los nuevos gasolina en 2035, provocó inmediatamente la reacción de los socios de PSOE, Podemos y Més. «Es inadmisible que el Estado dé pasos atrás en la transición energética», denunciaron los ecosoberanistas, así como la «falta de compromiso» por vulnerar la ley balear de Cambio Climático, «mucho más ambiciosa que la del Gobierno».