Innovación, sostenibilidad, formación y profesionalización. Estos son los pilares sobre los que el sector primario ha de apoyarse para convertirse en un actor económico productivo. La idea resume lo debatido durante la mesa redonda Los retos de futuro del sector agro que tuvo lugar el pasado martes 18 de mayo en el Club Diario de Mallorca organizada por este periódico y BBVA. Luis Foix, director de zona de Balears de BBVA; Fernando Fernández, director general de Agricultura, Ganadería y Desarrollo Rural; Joan Company, presidente de ASAJA; Isabel Vicens, gerente de Agromallorca; Pablo Mas, especialista Agro de BBVA; Sebastià Ordines, gerente de Unió de Pegesos; y Joan Roca, chef del celler de Can Roca; aportaron sus opiniones y valoraciones sobre el futuro y el presente del sector. Moderó el debate Felip Munar, colaborador de este periódico. Todos ellos coincidieron en señalar la importancia de esta actividad y en la necesidad de apoyarla desde las instituciones, la sociedad y los propios actores del sector.

Luis Foix, director de zona de Baleares de BBVA, fue el encargado de abrir el acto, recordando que la pandemia ha situado a todos los sectores económicos en una situación complicada y reclamó que no se olvide que el sector agrario también ha padecido las consecuencias. Foix mencionó que «el sector agropecuario tiene para nosotros un papel esencial en todo lo que es la gestión medioambiental y la economía sostenible hacia la que vamos encaminados, es un sector importantísimo para nosotros». Foix recordó que si hace unos años se vivió la revolución digital, la nueva disrupción a la que hay que enfrentarse es la sostenibilidad y la lucha contra el cambio climático. Así mismo recordó que BBVA se ha comprometido con esa lucha y en se sentido mencionó el compromiso BBVA 2025.

Tras la intervención de Foix, Munar dio la palabra a Fernando Fernández, quien recordó que el campo es un sector palanca. «Hemos roto con la inercia de quedarnos a la espera. La conselleria de Agricultura es ahora una conselleria que propone, dinamiza y articula esfuerzas». Fernández refirió que se han marcado como reto que el sector sea un actor económico y productivo e insistió en la necesidad de profesionalizarlo. También comentó la necesidad de que el sector ha de concienciarse de que forma parte de uno más amplio, que es el agroalimentario. 

Por su parte la empresaria Isabel Vicens, coincidió en que la formación es esencial, pero quiso señalar que hasta este momento, el campo mallorquín no había sido visible como tampoco la participación de la mujer en el mismo. «Estoy de acuerdo en que es un sector estratégico, nos hemos formado, hemos innovado y aportado calidad, pero aunque muchos se llenan la boca diciéndolo, no se está dando al producto de aquí el valor que merece». Vicens mencionó que el sector necesita el apoyo del consumidor y del Govern. Recordó que el producto mallorquín cumple con los criterios de sostenibilidad, economía circular, kilómetro cero y cooperativismo. Vicens echó de menos una mayor implicación del sector turístico con el sector primario: «Los hoteleros nos tienen que ayudar, teniendo el producto local bien identificado», propuso la empresaria.

Como especialista Agro de BBVA Pablo Mas incidió en la importancia de consumir producto local y explicó que como entidad financiera BBVA ha aportado soluciones desde que estalló la crisis: «Desde el principio tenemos productos específicos y flexibles que se añaden a los que ya ofrecíamos al sector agrario para mitigar la estacionalidad». Así mismo Pablo Mas incidió en que la agraria es una actividad básica para la recuperación. Explicó además que los fondos destinados a la recuperación económica pueden suponer una oportunidad para «volver a la normalidad, pero creando un marco sostenible más a largo plazo». 

Joan Company, presidente de ASAJA, recordó que la política agraria europea se sustenta en dos estrategias básicas: de la granja a la mesa y la sostenibilidad. «Ir hacia ahí es un reto. Hay que hacer entender a los payeses que hay que aumentar la productividad y la eficiencia con un menor impacto medioambiental en un entorno de cambio climático». Subrayó como fundamental incorporar al sector la innovación, digitalización, sostenibilidad económica y la incorporación de los jóvenes. Company incidió en que «los consumidores compran los que quieren. Nosotros tenemos que escucharles y explicarles lo que hacemos» y añadió que «el sector tiene futuro si ofrece un producto diferenciado» aunque recordó la infradotación que arrastra el sector en Balears en comparación con otras comunidades autónomas.

Sebastià Ordines, gerente de Unió de Pagesos, insistió en la necesidad de dar visibilidad al sector «No somos solamente los jardineros de Mallorca; somos un sector productivo». Apuntó que la pandemia «supuso un punto de inflexión, antes éramos un sector marginal, poco visible». Ordines aprovechó la ocasión para «reclamar que el sector turístico apoye el producto local». Admitió que la relación con el sector turístico es complicada y recordó que las denominadas agroestancias que se contemplan en la ley agraria, fueron muy criticadas por los hoteleros. También pidió que la administración identifique el producto local y que realice inspecciones para evitar el fraude. Mencionó así mismo algunos de los problemas a los que se enfrentan los payeses como la insularidad, el precio de las fincas rústicas o la falta de mano de obra local.