El Consell de Mallorca dará por finalizadas hoy las obras de la polémica autopista de Llucmajor a Campos. La presidenta de la institución supramunicipal, Catalina Cladera, acompañada por la alcaldesa de Campos, Francisca Porquer; el alcalde de Llucmajor, Éric Jareño; la alcaldesa de Santanyí, Maria Pons, y el primer teniente de alcalde de Ses Salines, Miquel Rigo, asistirán esta mañana a la apertura de este nuevo tramo de autopista que dará continuidad a la que comunica Palma con Llucmajor hasta la población de Campos.

Se prevé también la asistencia del coordinador de infraestructuras del Consell Miquel Ángel Sagrera, así como del equipo técnico encargado de la ejecución del proyecto, aunque no se anuncia la presencia del conseller insular de Movilidad, Iván Sevillano, de Unidas Podemos, partido que, junto con el PSIB-PSOE y Més per Mallorca, conforman el equipo de gobierno del Consell de Mallorca.

La ejecución de este polémico tramo de autopista, que oficialmente insisten desde el Consell en denominar «desdoblamiento», habrá costado 28 millones de euros. Salió a licitación por 37 y la obra fue adjudicada a la unión temporal de empresas formada por Constructora Pirenáica (Copisa) y Aglomerados de Felanitx (Afex). Esta última abandonó la obra y la ha terminado en solitario Copisa.

En noviembre de 2018, en plena batalla de la Plataforma Antiautopista contra la ejecución de este polémico tramo, el Consell de Mallorca anunció que se reduciría en nueve metros la anchura prevista. No obstante, esta reducción se ha quedado en solo un metro en la mayoría de tramos, según se desprende de los informes técnicos que el departamento de Carreteras ha presentado en la comisión informativa de la institución insular.

Este informe indica que la mediana se ha reducido de dos a tres metros y que se han suavizado algunas pendientes de las vías de servicio. No obstante, desde Carreteras admitieron que en algunos tramos estas reducciones no se habían podido practicar.