El portavoz del comité de Enfermedades Infecciosas, Javier Arranz, se mostró ayer partidario de mantener el toque de queda «el mayor tiempo posible» para prevenir los contagios de covid-19.

«Sería de las últimas restricciones que quitaría», sostuvo Arranz, para quien la prohibición de circular por la noche es una de las medidas «que más mejora la disminución de aglomeraciones y contactos sin medidas preventivas».

El especialista consideró que, aunque los datos de la evolución de la pandemia son positivos, aún queda mucho margen de mejora, por lo que «sería un error» eliminar «totalmente» las restricciones antes del verano, aunque siga avanzando a buen ritmo la campaña de vacunación.

Respecto a las medidas que pueda adoptar de cara a la próxima semana el Govern, que ha anunciado que retrasará de las 23.00 a las 0.00 horas el inicio del toque de queda, Arranz ha evitado pronunciarse sobre cuáles son más convenientes y ha indicado que, en todo caso, la relajación de restricciones ha de ser pausada.

Así, cuando se le emplazó a que se pronunciara sobre qué restricciones debería levantar o suavizar el Govern a tenor de la buena situación epidemiológica recordándole que el Ejecutivo autonómico siempre encuadra sus decisiones en este sentido en el parecer de los técnicos como él, Arranz señaló que los datos actuales permitirían ampliar el toque de queda (como ya ha sido anunciado), elevar los aforos permitidos en las grandes superficies y centros comerciales y abrir los interiores de los restaurantes, decisiones que previsiblemente se adoptarán en un Consell de Govern extraordinario este viernes.

«La situación actual permite ir al Govern avanzando en esa línea. ¡Pero eso no significa que mañana todos podamos ir sin mascarilla por la calle y participando en reuniones con mucha gente!», advirtió apuntando al incremento de la movilidad, la relajación de la prevención por el levantamiento de restricciones y la aparición de nuevas variantes como los tres factores que podrían empeorar la actual situación.

Mayor riesgo de 50 a 69 años

El portavoz advirtió además de que la franja de 50 a 69 años «es la edad de riesgo en este momento», una vez generalizada la vacunación frente a la covid-19 entre los ciudadanos a partir de 70 años. 

Y para sustentar esta afirmación reveló que el 45 % de los hospitalizados en abril y mayo eran personas de entre 50 a 69 años y un 30% eran menores de 50 años, una situación «claramente diferente» a la de hace meses, cuando los casos más graves eran mayoritarios entre los pacientes mayores de setenta años.