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Competencia acusa a Jaume Garau del amaño de 18 contrataciones

El tribunal atribuye a Jaume Garau una participación constante, reiterada y activa en las prácticas irregulares que han sido investigadas y sancionadas

Garau fue exculpado por la Justicia, pero sancionado por Competencia. B. Ramon

El tribunal de la Comisión Nacional de los Mercados y la Competencia atribuye a Jaume Garau, antiguo estratega electoral de Més per Mallorca, su participación directa en el amaño de 18 contrataciones públicas. A pesar de los contundentes mensajes de correo electrónico que escribió Garau, el experto consultor descargó toda la responsabilidad de estas prácticas irregulares en su antigua socia, Rocío Cortés, atribuyéndose él un papel inferior dentro de la organización de la empresa Regio Plus. Sin embargo, sus excusas no han convencido a los funcionarios de Competencia, que le atribuyen un papel mucho más destacado dentro de este cartel de empresas que se concertaban para copar el mercado de la industria de la consultoría. «Ha quedado constatado en el expediente que tanto Jaume Garau como Rocío Cortés desarrollaban las conductas de coberturas con independencia de su área de responsabilidad, estando normalmente en copia en el resto de correos electrónicas de cobertura», señala la resolución. También se incide en que «ha quedado acreditada la participación constante, reiterada, activa y autónoma (de Jaume Garau) en las prácticas en representación de las empresas CPC y Regio Plus mediante la solicitud de ofertas de cobertura, facilitando instrucciones al respecto, intercambiándose correos electrónicos en relación con las coberturas, tanto con otros directivos de las empresas incoadas de la red de colaboración norte como con representante de las administraciones públicas».

El antiguo estratega de Més per Mallorca ha estado informado puntualmente de esta investigación, que ha concluido con una propuesta de sanción de casi 124.000 euros por su intervención, por la de su exsocia y como dueños ambos de la empresa Regio Plus, en todo este entramado de consultoras que se ponían de acuerdo para adjudicarse las contrataciones públicas y privadas. Un funcionario le tomó declaración, después de comunicarle que se le atribuía su intervención directa en 18 licitaciones. Garau quiso limitar su responsabilidad únicamente en cinco de estas adjudicaciones. Frente a los contundentes mensajes electrónicos, donde se interpreta con claridad que ofrece a otros empresarios de la competencia que presenten ofertas para cumplimentar el expediente administrativo, se defendió diciendo que con la adjudicación de estos contratos no se produjo ningún sobreprecio. 

La Comisión de Competencia, sin embargo, desmonta todas las teorías de Garau, afirmando que «aparece de manera activa en casi todos los contratos que se le imputan y que también han sido imputados a la empresa a la que representa». Los correos demuestran cómo el consultor mantenía fluidos contactos con directivos de otras empresas, donde se pedían favores conjuntos para ir presentando ofertas para adjudicarse entre ellos los contratos públicos. Se trataba de contratos menores, con cuantía limitadas, que adjudican las administraciones para elaboración de estudios (bajo criterio del político de turno), sin la necesidad de convocar un concurso. Para la adjudicación, la ley exige que se presenten tres ofertas para adjudicarse el contrato. Deben ser ofertas independientes, sin ningún tipo de relación entre las empresas para facilitar la competencia.

Además de Regio Plus, el antiguo estratega de Més per Mallorca también creó la sociedad Consultores de Políticas Comunitarias (CPC), donde cuenta con un porcentaje mayor que su socia. Las dos sociedades se utilizaban para ir asumiendo contratos y las ponían a disposición de otros competidores, para poder repartirse los proyectos públicos. 

Cabe recordar que Garau se adjudicó varios de estos contratos ofertados por el Govern.

Dijo que él solo era el experto en turismo de la empresa

Garau, para defenderse de estas graves irregularidades que le atribuye Competencia, descargó la responsabilidad sobre su exsocia Rocío Cortés. Sostuvo que él ganaba menos dinero que su compañera, que actuaba como directora de la empresa Regio Plus, una sociedad que habría intervenido en la adjudicación fraudulenta de un total de 70 contratos. Señaló que no solo ganaba menos que Cortés, sino que sus funciones se limitaban a la responsabilidad en el área de turismo. Y añadió que «desconocía» las prácticas que realizaba la otra directiva con la empresa consultora, ya que no intervino en más del 80% de las licitaciones imputadas a las dos sociedades que creó junto a su exsocia. 

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