La «Plataforma sí a los cruceros» criticó ayer que Baleares todavía no dispone de un protocolo seguro que permita reactivar los cruceros turísticos y el presidente de PIMEM Balears, Jordi Mora, aseguró que las islas son los únicos puertos del Mediterráneo que carecen de él.

La plataforma que engloba a unas 50 entidades reclamó en una rueda de prensa al Govern y a la Autoridad Portuaria de Balears dicho protocolo para poder recuperar los cruceros entre puertos nacionales, dado que los internacionales están suspendidos por el Gobierno central. «No se han hecho los deberes y vamos muy tarde», advirtió Mora sobre dicho protocolo, en el que aseguró que llevan tres meses de «trabajo discreto» con el Govern y la APB. Mora explicó que los cruceros requieren entre 2 y 4 meses de previsión para poder comercializarse.

La primera comunidad autónoma en contar con un protocolo para reactivar los cruceros nacionales fue Canarias, seguida de Andalucía, Murcia, la Comunidad Valenciana y Cataluña, de manera que «los únicos puertos del Mediterráneo que aún no tienen protocolo de seguridad y donde las compañías de crucero no pueden planificar sus escalas es en Baleares», denunció Mora. Aunque consideran al Govern y la APB los más responsables en «esta dejadez», la plataforma se dirigió también al Consell de Mallorca y al ayuntamiento de Palma para reclamar el protocolo. «Estamos perdiendo oportunidades para reactivar nuestra economía y nuestra actividad turística», advirtió Mora.

Un corredor «seguro»

La portavoz de la plataforma, Álex Fraile, afirmó que «no existe un corredor más seguro en estos momentos que los cruceros», tras los esfuerzos realizados por las navieras en materia de seguridad para pasajeros, tripulaciones y puertos de destino. Se refirió a los cruceros internacionales y aseguró que los países competidores «están navegando con éxito». «Estamos mandando a nuestros clientes potenciales a nuestra competencia, con el riesgo de perderlos y no serán fáciles de recuperar», criticó y dijo no entender por qué puede llegar «un alemán por el aeropuerto de Palma o por el puerto en un ferry internacional y no en un crucero que es una burbuja».

Por su parte, Oscar Rubio, de un comité de empresa de transporte discrecional, dijo que carecer de cruceros perjudica en un 30 % la contratación y que no tener el protocolo a tiempo daña en particular a los fijos discontinuos.