Ante la grave crisis a la que se enfrenta el pequeño y mediano comercio de Mallorca derivada de la pandemia, el sector reclama a las instituciones más políticas de promoción que ayuden a la recuperación económica. En este sentido, representantes de Pimeco (Associació del Petit i Mitjà Comerç de Mallorca), del Govern y de diferentes ámbitos económicos, sociales y jurídicos resaltan la importancia de la digitalización, la sostenibilidad, la economía circular y la adaptación a los nuevos hábitos de consumo como las herramientas claves para superar la crisis que atraviesa el sector.

Estas fueron algunas de las principales conclusiones a las que se llegaron ayer durante la mesa redonda que organizó Pimeco en el Club Diario de Mallorca para debatir sobre el futuro de los pequeños establecimientos.

Bajo el título Tu tens la clau: el debat per a la supervivència, durante el evento se analizó la situación desde el punto de vista económico, sociológico, jurídico y de marketing para lo que se contó con la presencia del vicepresidente del Govern, Juan Pedro Yllanes; el catedrático de economía aplicada de la UIB, Amedeo Espadaro; el sociólogo Antoni Tarabini; el CEO de Refinería Web, Xavier March; la abogada especialista en derecho mercantil, Maria Pascual; la directora de sostenibilidad de Iberostar Hotels, Soraya Romero, y el presidente de Pimeco, Toni Fuster.

Entre el público que acudió al acto, desarrollado siguiendo todas las medidas de seguridad sanitaria en formato mixto (presencial y por streaming), pudieron verse representantes de las asociaciones comerciales y varios concejales del ayuntamiento de Palma. Los organizadores se encargaron de recordar que se llevó a cabo el debate ayer coincidiendo con el hecho de que hace justo un año se produjo la reapertura del comercio tras el confinamiento.

El debate, moderado por la periodista Virginia Galiano, comenzó poniendo sobre la mesa las cifras que arroja la crisis económica como la caída de un 27,5% del número de contratos firmados en el comercio de Balears respecto a marzo de 2020 en un sector que en las islas da empleo a más de 60.000 personas y aporta el 11% del PIB.

Toni Fuster, en representación de este colectivo en Mallorca, reclamó no solo ayudas económicas de las Administraciones sino también políticas activas de promoción que permitan la recuperación económica. «Somos uno de los sectores que aportamos más riqueza a la economía pero, pese a esta fortaleza, no le prestamos atención a la hora de planificar medidas políticas», lamentó. En su opinión, «nunca se podrá combatir el problema únicamente con ayudas públicas».

En el ámbito económico, el catedrático Amedeo Espadaro definió a los pequeños establecimientos como «uno de los pilares de la economía balear». Como estrategias para solucionar la crisis puso de relieve la necesidad de observar las nuevas tendencias del mercado para facilitar la adaptación. Entre ellas, mencionó la desaparición del dinero en metálico como instrumento de pago; la creación de productos a medida para los clientes que cada vez tienen más información y menor tiempo libre por lo que se vuelven más selectivos y el trato personalizado como creación de valor añadido.

El valor de lo local

A todo ello sumó el aumento del sentimiento de solidaridad hacia lo local y sostenible, que se ha acentuado con la pandemia; la formación de modelos de gestión más flexible, las sinergias que se forman con la creación de distritos comerciales y la importancia de adaptarse a la venta online y a los nuevos clientes.

«Lo que convierte en imprescindible a un pequeño comercio es la cercanía y el contacto humano porque eso no lo puede reemplazar una gran superficie», aseguró Espadaro.

Desde un punto de vista sociológico, Antoni Tarabini manifestó que tenemos que aceptar que no podremos volver atrás a la situación anterior a la pandemia, que no solo «ha afectado al sistema económico sino también a la forma de relacionarse y comprar». Por ello, consideró que tanto las patronales como las Administraciones «deberían ayudar a los pequeños y ofrecerlos herramientas» porque, tal como sostuvo, «tan solo un 20% tiene presencia en el comercio electrónico».

Durante el análisis desarrollado en la mesa redonda se puso en valor la importancia de la digitalización. El experto en la materia, Xavir March, quiso desmitificar la idea de los altos costes que representa la tecnología para estos establecimientos. «La tecnología es un facilitador, una palanca de cambio, una forma de creatividad para conocer mejor al cliente y en la actualidad el pequeño comercio no usa esta herramienta», incidió March, a lo que añadió que un primer paso para avanzar debe ser «perder el miedo a las nuevas tecnologías y a las redes sociales». Describió los productos de kilómetro cero y la sostenibilidad que puede ofrecer el pequeño comercio como claves «para ganar la partida a los gigantes de la distribución creando una plataforma público-privada con el fin de nutrir al pequeño y mediano comercio».

La sostenibilidad

Precisamente para reflexionar sobre el papel del cumplimiento de los objetivos de desarrollo sostenible en el 2030 para la mejora de la imagen y la competitividad del sector, intervino Soraya Romero como directora de sostenibilidad de Iberostar Hotels. Como especialista en la materia, recordó que la pandemia ha ayudado a acelerar tendencias que ya existían como la economía circular: «El cliente exige cada vez más información sobre los productos y está dispuesto a pagar más para adquirir aquellos que son sostenibles. El secreto está en ponerlos en valor».

Describió las oportunidades que ofrece la sostenibilidad. Como principal opción la atracción de nuevos clientes. Le siguen el ahorro de costes tras una inversión inicial que se rentabiliza con el tiempo o las facilidades que pueden encontrarse para conseguir financiación por parte de las entidades bancarias y los inversores «que buscan negocios sostenibles a largo plazo». Mencionó el papel de la asociación Women Action Sustainability, que tiene entre sus principales objetivos elevar la sostenibilidad al primer nivel estratégico de las empresas. Más de veinte empresarias forman parte de esta entidad que promueve la economía circular como acción estratégica.

Como vicepresidente del Govern balear, Juan Pedro Yllanes anunció medidas que se pondrán en marcha a lo largo de este año como la ampliación de las ayudas al pequeño y mediano comercio que ascenderán a entre 300.000 y 500.000 euros, cifras que se añadirán al 1.400.000 ya concedido. También se ampliará el bono comercial con descuentos de 10 euros por cada 30 euros de compra lo que representará un total de un millón de euros en subvenciones.

Por su parte, la abogada Maria Pascual criticó que el legislador no es consciente de la dura situación a la que se enfrenta el pequeño comercio que solo busca sobrevivir ante la dura realidad que se traduce en la dificultad para acceder a las subvenciones, los ERTE que afectan a los trabajadores del pequeño comercio y los elevados precios de los alquileres.

La polémica de la peatonalización

Durante el coloquio varios asistentes lamentaron las numerosas trabas burocráticas a las que se enfrentan los pequeños comerciantes y las nuevas políticas de peatonalización que quiere poner en marcha el ayuntamiento de Palma como el polémico proyecto de la calle Nuredduna y la zona de Pere Garau, que ha levantado las críticas de colectivos vecinales y diferentes asociaciones. Igualmente se puso sobre la mesa la continua desaparición de establecimientos emblemáticos y centenarios de Ciutat que acaban en manos de inversores extranjeros.